Los obispos españoles solicitarán al Papa que canonice a Isabel la Católica
La comunidad judía lamenta que la Iglesia ponga como modelo a una 'intransigente'
Los obispos preparan con gran parafernalia el quinto centenario, en 2004, de la muerte de Isabel I de Castilla y León, pero tienen dificultades para lograr que Roma declare santa a quien disfrutó siempre del sustantivo de 'católica'. La Santa Sede tiene congelado el proceso, iniciado en 1958, desde hace 'algunos años', reconoció ayer el portavoz episcopal, Juan José Asenjo, e incluso el 25% de los prelados de la Conferencia Episcopal no ve claro que quien expulsó de España a moros y judíos e impulsó la Inquisición deba subir a los altares. Dos tercios votó a favor.
El portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Juan José Asenjo, aclaró, apenas finalizada ayer la asamblea plenaria de los obispos, que la causa de beatificación de Isabel la Católica, iniciada en 1958, está estancada en Roma desde hace años, sin precisar cuántos, y que lo que la Conferencia Episcopal Española ha votado ahora, a petición del Arzobispado de Valladolid, es la prosecución del proceso si la Santa Sede está de acuerdo. Asenjo no explicó el resultado de la votación y se limitó a señalar que, para que saliese adelante, era necesario el respaldo de al menos dos tercios de los 81 obispos en activo con que cuenta la Iglesia en España. Los prelados que se han opuesto a la iniciativa, en torno al 25%, no generaron polémica alguna, 'ni ha habido escándalo por parte de ningún obispo', subrayó el portavoz.
'Las explicaciones del señor arzobispo de Valladolid [José Delicado Baeza, ex vicepresidente de la CEE] y de algún otro obispo experto en la cuestión fueron muy convincentes acerca de la calidad religiosa de la reina. Aquí no entramos a valorar algunas de sus decisiones políticas como gobernante, sino la altura y la categoría religiosa y moral de Isabel la Católica, que es lo que da pie para la canonización', explicó Asenjo.
Además de solicitar al Papa que siga con el proceso de beatificación y canonización de la polémica reina, los obispos acordaron organizar en 2004 congresos en Granada, Valladolid, Ávila y Toledo para celebrar el centenario y harán público 'un documento, nota o mensaje de la Conferencia Episcopal'.
Isabel I de Castilla y León, nacida en Madrigal de las Altas Torres (Ávila) en 1451 y muerta 53 años después en Medina del Campo (Valladolid) víctima de un cáncer, y Fernando de Aragón, su marido, concluyeron la unidad de España en 1492 y acordaron por decreto la expulsión de moros y judíos, además de crear la Inquisición. La Iglesia católica española la considera una 'figura excepcional en la empresa de la evangelización de América', según el comunicado oficial dado a conocer ayer, pero la madre de Juana la Loca, su heredera en el trono, es también un emblema de la intransigencia religiosa que durante siglos se apoderó de Europa a causa de la generalización del principio cuius regio, eius religio, según el cual las personas debían profesar en cada sitio la religión que practicase su rey o señor.
El régimen de Franco, entre 1936 a 1975, tuvo a esta reina, popularmente La Católica, como símbolo imperial y justificación de un intransigente nacionalcatolicismo, que incluso después del Concilio Vaticano II se opuso a la apertura y al reconocimiento de la libertad religiosa y de conciencia como un derecho fundamental de la persona.
La controversia
Si finalmente Roma hace caso a los prelados, la Iglesia habrá ganado una santa famosa, pero también un nuevo motivo de controversia. En la teoría eclesiástica, los santos se proponen como modelos a imitar por los fieles católicos, que suman millones en España, lo que ayer ya fue motivo de preocupación para la Federación de Comunidades Judías, cuyo secretario general, Carlos Schorr, dijo que Isabel la Católica 'no merece subir a los altares' por haber sido una 'intransigente' con los judíos y musulmanes de su época. 'La Iglesia católica, como Iglesia, canoniza a quien quiere canonizar, pero desde un punto de vista histórico y saliendo del campo religioso, no parece que la figura de Isabel la Católica sea la más indicada para ser elevada a los altares, por su actuación política. No es un comportamiento a imitar en el futuro el ser un intransigente social y religioso con aquéllos que no piensan igual que tú', declaró Schorr a la agencia Servimedia.
Antonio Domínguez Ortiz, miembro de la Academia de la Historia y uno de los principales expertos en Isabel la Católica, se mostró también contrario a la canonización. Fue una buena reina, pero 'no sería bien recibida' esa distinción para alguien que autorizó la expulsión de los judíos y la creación de la Inquisición. Si el Vaticano recibe la petición lo previsible será que el expediente se dilate en el tiempo para que su fallo no cree una controversia innecesaria, opinó el historiador.
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