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El retratista real que aprendió con Zuloaga

Nació en Málaga en 1936. Trece años después montó su primera exposición de pintura. Félix Revello de Toro ha sido un artista precoz que, sin embargo, prefirió no descuidar la formación. El pintor puede vanagloriarse de haber recibido clases de grandes maestros como Ignacio Zuloaga y Martínez Cubells.

Su aplicación académica queda patente en la lista de premios. Recibió, al finalizar los estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, el premio estatal Pérez Madrigal y, en dos ediciones consecutivas, el de la fundación Carmen del Río, que le permitió ampliar su formación en Roma.

Félix Revello de Toro se instaló en Barcelona, a su regreso, donde logró una cátedra de Bellas Artes. Durante 17 años compatibilizó la docencia con su actividad artística hasta que, en 1973, decidió volcarse de lleno en la pintura. Es uno de los más cotizados retratistas españoles y, entre sus creaciones, destacan los cuadros de la Familia Real.

Es miembro de las Academias de Bellas Artes de San Telmo y Santa Isabel de Hungría, y de la Academia de Ciencias y Artes de Barcelona. Su ciudad natal, Málaga, le distinguió como Hijo Predilecto. Su última gran exposición ha sido una antológica con la que repasaba su trayectoria, que se mostró el año pasado en Madrid.

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