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Decomisados 164 kilos de cocaína en dos pisos de Chamartín y Barajas

La Guardia Civil detiene a cuatro presuntos narcotraficantes

F. Javier Barroso

Dos pisos situados en el Campo de las Naciones y en el Pinar de Chamartín eran la base de operaciones de una banda dedicada al tráfico de cocaína de gran pureza. Sus cuatro integrantes -un hombre, sus dos hijas y el novio de una de ellas- han sido detenidos por la Guardia Civil, que ha decomisado 164 kilos de estupefaciente de gran pureza y ha desmantelado el laboratorio donde preparaban la droga.

Las investigaciones comenzaron en enero, cuando los agentes del Grupo de Investigación Fiscal y Antidroga (GIFA) de la Comandancia de Madrid observaron que un individuo, H. J. S. M., de 30 años y origen colombiano, mantenía frecuentes contactos con otros compatriotas. Los guardias civiles le sometieron a una estrecha vigilancia y finalmente lo detuvieron el pasado sábado, cuando se disponía a vender 49 kilos de cocaína ocultos en una maleta de grandes dimensiones.

Los investigadores detuvieron a otras tres personas (H. V. A., de 47 años, el jefe de la banda, y J. C. V. R. y N. V. R., sus hijas, de 20 y 24 años) cuando se disponían a introducir otros 50 kilos de droga en el piso del que disponían en el número 51 de la calle de Caleruega (Pinar de Chamartín). Estaban ocultos en dos bolsas de deporte. La Guardia Civil registró otro domicilio, en el Campo de las Naciones, donde encontró 65 kilos, que estaban guardados en el interior de un armario del dormitorio principal, dentro de una caja de cartón. Además, había dos básculas de precisión, acetona, ácido bórico y otras sustancias para adulterar la droga.

Una estrella

Los agentes de la Policía Judicial decomisaron en el primer piso una prensa hidraúlica, otras dos de madera, cinco mordazas metálicas, 3.500 dólares (unos 4.200 euros; 700.000 pesetas) y un anagrama en forma de estrella de seis puntas, con el que identificaban la mercancía. La banda usaba un Opel Corsa y un Peugeot 405 para transportar el estupefaciente, que envolvían en paquetes de 1.200 gramos recubiertos de papel de calco e impregnados en mostaza para intentar que no fuera detectado por los perros policías.

La droga incautada habría alcanzado un valor de unos 12 millones de euros (2.000 millones de pesetas), ya que se habrían hecho unos cinco millones de dosis una vez adulterada. Su pureza alcanza un 90%. 'La cocaína era introducida en contenedores, porque los paquetes estaban manchados de grasa', señalaron agentes de la investigación, que ahora estudian su procedencia exacta.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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