Aznar encarga a Arenas la estrategia 'para no perder el debate de la calle como en la LOU'

El presidente del Gobierno, José María Aznar, quiere ganar en esta ocasión, con la Ley de Calidad de la Educación, la batalla de la opinión pública, que entiende perdió en el caso de la polémica Ley de Ordenación Universitaria (LOU). Aznar ha encargado al secretario general del PP, Javier Arenas, que coordine y elabore una estrategia para contrarrestar y ganar el debate en la calle a la oposición y a los sectores educativos más encontrados con la nueva reforma, y especialmente con la prevista reinstauración de la reválida. Arenas se reunió el lunes con la ministra de Educación, Pilar del Castillo, y esa misma tarde convocó en el PP a la comisión nacional educativa del partido para unificar criterios.

Aznar y el PP quieren evitar a toda costa ahora lo que le sucedió al Gobierno en el caso de la LOU, cuando se constató de manera muy evidente que los responsables del ministerio iban casi siempre a remolque en sus explicaciones de la discusión planteada en la calle por los universitarios y los responsables de la oposición política. Aznar entiende que en la Ley de Calidad existen suficientes mejoras y beneficios para los estudiantes como para contrarrestar fácilmente una previsible oposición de ese estilo. El presidente ha reclamado al PP una actuación contundente para explicar públicamente el sentido de las reformas.

Unidad de criterio

En la reunión de la comisión nacional de Educación, convocada en la tarde del lunes en la sede central del partido, Arenas y Ana Mato, coordinadora de Acción Sectorial del PP, demandaron a los responsables autonómicos en materia educativa unidad de criterios. Fue en esa cita donde Arenas incidió en que el PP no puede perder ese debate en la calle, como ocurrió con la LOU.

La comisión de Educación del PP, que el viernes se reunirá de nuevo, pero con la presencia de la ministra y su segunda, Isabel Couso, coincidió en los aspectos positivos de la Ley de Calidad, aunque constató de nuevo que los métodos planteados por el ministerio para abrir el debate no habían sido los más adecuados.

En el PP, por ejemplo, no esperaban que desde el ministerio se anticipase con tanto tiempo una discusión tan complicada como la de la implantación de nuevo de la reválida sin ningún texto articulado de la ley siquiera en fase de elaboración. Desde el ministerio tan sólo se les proporcionó, hace unos 10 días, un escrito con las líneas generales del futuro proyecto. Arenas aprovechó esa queja para subrayar que no existe ningún proyecto redactado de esa ley. En el ministerio están trabajando a marchas forzadas para poder presentar un primer anteproyecto dentro de 20 días.