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La Super Bowl, afectada por la recesión tras el 11-S

Canal + retransmite mañana la final en directo

El precio de los anuncios es más barato que otros años y el presupuesto de la retransmisión se ha recortado. Se emplearán menos cámaras y se evitará cualquier gasto superfluo. La cadena Fox ha aplicado los parámetros económicos de la recesión a la puesta en escena de la Super Bowl, la final de la Liga de fútbol americano, que es históricamente el programa de televisión más visto del año y, que Canal + retransmitirá en directo en la noche de mañana, domingo, desde las 24.00 horas.

Para empezar, los anuncios cuestan sólo 1,9 millones de dólares (2,2 millones de euros, 366 millones de pesetas) por cada 30 segundos, mientras en España el más caro es el emitido por TVE-1 antes de las campanadas, a 1,2 millones de pesetas el segundo. Hace dos años, la ABC llegó a cobrar 2,2 millones por cada medio minuto; y las empresas de Internet -en plena explosión de las compañías punto com- compraron el 40% de los espacios. Algo bajaron las tarifas al año siguiente, cuando entraron en crisis los negocios en la red. La Fox, que tiene los derechos de esta temporada -Canal + retransmite el encuentro en directo en la noche del domingo (24.00 horas)-, ha puesto los anuncios a precio de saldo.

Aun así, hasta ayer no se vendieron todos los espacios. Este año es el primero en el que las agencias de publicidad no se han pegado por asegurarse un hueco en los intermedios de la Super Bowl, que llega a acumular en EE UU 130 millones de espectadores. Tradicionalmente, el público espera los cortes publicitarios con el mismo apetito que el deporte: los anuncios en la Super Bowl marcan tendencias, modifican el lenguaje y establecen qué está de moda y qué se ha quedado antiguo. Pepsi ha reclutado a Britney Spears (los espectadores pueden votar a través de Internet su anuncio favorito) y los hermanos Coen estrenan un espacio publicitario de una firma financiera.

El recorte de la Fox también afecta a su presupuesto: se ha reducido el despliegue técnico e incluso el número de cámaras. Los empleados tienen controlados sus teléfonos móviles para evitar derroches y se les prohíbe alquilar coches: tendrán que coger el autobús desde el centro de Nueva Orleans hasta el Louisiana Superdome.

En el intermedio, actuarán U2 y Paul McCartney, pero la NBC espera robarle los espectadores a la Fox en el descanso del partido; han programado un concurso de pruebas físicas muy movidas en el que las participantes tienen dos cualidades en común: todas son chicas Playboy y todas concursarán en biquini.

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