Enron evitó pagar impuestos durante cuatro años con la creación de 881 filiales en paraísos fiscales
Andersen se planteó hace un año dejar de auditar la compañía al detectar irregularidades
Arthur Andersen se planteó ya en febrero del año pasado abandonar la auditoría de Enron, en vista de cómo la compañía de Houston desviaba a otras entidades bajo su control pérdidas y deudas que no quedaban reflejadas en los balances oficiales. La auditora no tomó medidas y Enron quebró. Tras conocerse este nuevo aspecto del escándalo, Enron anunció ayer su decisión de despedir a Arthur Andersen como auditora de la compañía. Además, la empresa energética evitó pagar impuestos sobre sus ingresos durante cuatro años mediante la creación de 881 filiales en paraísos fiscales.
La vertiente política del caso quedó subrayada ayer por una carta remitida por el congresista Henry Waxman, muy activo en esta crisis, al vicepresidente Cheney en la que le pide explicaciones sobre 17 medidas adoptadas por su grupo de trabajo sobre energía, medidas que eran también patrocinadas por Enron.