El Museo de Jaén recorre la historia del arte gráfico español durante el último medio siglo

El Museo Provincial de Jaén ha desempolvado su excepcional colección de arte gráfico, compuesta por más de 1.000 obras de diferentes etapas, y ha seleccionado un centenar de ellas para la exposición que recorre la historia de este género creativo en el último medio siglo en España. Obras de artistas de la talla de Cossío, Benjamín Palencia, Saura, Chillida, Guinovart, Barceló, Antonio López o Picasso se reúnen en esta muestra que viene a reivindicar la hegemonía del museo jiennense dentro del mundo del grabado.

Jaén ya contaba en 1980 con la única instalación permanente dedicada al grabado contemporáneo en Andalucía. Sin embargo, al poco tiempo fue cerrada al público por falta de personal para las labores de vigilancia.

Aunque volvería a abrir sus puertas en 1990, la falta de espacio en el museo jiennense, cada vez más nutrido de piezas arqueológicas provenientes de los numerosos yacimientos de época ibera, hizo que el arte gráfico quedara relegado a un papel secundario pese al indudable valor artístico de las obras reunidas.

De ahí la importancia de la exposición Medio Siglo de Arte Gráfico en el Museo de Jaén (1945-1995), promovida por la Consejería de Cultura y la entidad financiera La General y que puede visitarse hasta el próximo mes de febrero. Muestra, a través de 117 estampas seleccionadas, algunos momentos singulares de los últimos 50 años vividos en el arte gráfico en España, un concepto capitalizado por el grabado, pero que también incluye otras modalidades como litografías, serigrafías o técnicas mixtas.

El interés por el grabado en Jaén se remonta a la década de los años setenta, cuando artistas como Miguel Ayala, José Olivares o Manuel Kayser fundaron el Taller de Grabado San Andrés, con el que luego colaborarían otros pintores como José Duarte o José Luis Verdes, éste último -fallecido este año- premio internacional de la Bienal de Sao Paulo con su obra El mito de la caverna.

Carmen Guerrero Villalba, comisaria de la exposición junto a María Dolores Pegalajar, subraya que la estampa en el último medio siglo 'se desenvuelve en un contexto aparentemente contradictorio entre tradición y renovación, configurando un panorama caracterizado por el acercamiento progresivo entre pintura y arte gráfico, la convivencia histórica de las técnicas tradicionales con las nuevas y más experimentales y, sobre todo, una nueva significación y valoración del papel de la estampa en la expresión artística contemporánea'.