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Entrevista:JOAN HERNÁNDEZ PIJUAN | Pintor

'Nunca ha entrado en mis planes instituir una fundación con mi nombre'

Joan Hernández Pijuan (Barcelona, 1931) ha cumplido 70 años. Se ha jubilado de su cátedra de pintura en la Facultad de Bellas Artes de Barcelona, exhibe sus últimas obras en una doble muestra en las galerías Joan Prats y Artgràfic de Barcelona y desde hace un año es académico de la Real Academia de San Fernando. Podría ser que se le pasara por la cabeza, como ha sucedido otras veces, la idea de crear una fundación con su nombre. 'No, qué va', contesta como si se le hubiera saltado un resorte automático. 'Nunca me he planteado hacerlo. Si dentro de 25 años todo está plagado de fundaciones de pintores ¿quién va a financiarlas? Con dinero público no puede hacerse esto. Si alguna vez pensara en hacer algo sería en donar 10 o 15 de mis cuadros al Museo Nacional de Arte de Cataluña, o al Macba, pero de ningún modo en montar una fundación por mi cuenta. No entra en absoluto en mis planes'.

Aclarado el tema, lo que sí tendrá Hernández Pijuan a finales del próximo año será una exposición antológica de su obra en el Macba. Allí se podrá ver toda su trayectoria y ahora, hasta mediados de diciembre, lo que puede verse es el trabajo que ha realizado en 2001. Se mantiene fiel a la pintura esquemática y casi monocroma de sus recientes años y, por descontado, a la pintura pura. Hernández Pijuan se confiesa un 'pintor ortodoxo, bastante clásico'. Explica que trabaja sobre la tela con pintura al óleo, cuyo lento secado le da una textura muy diferente a la plástica. Y permite que afloren las diferentes capas de pintura de unos cuadros aparentemente monocromos. Ayuda también el uso casi exclusivo de la espátula, con la que también realiza incisiones para señalar los signos o figuras, siempre muy esquemáticos, con los que representa el paisaje de los cercados y el secano, que son los que siente más cercanos.

Este esquematismo de sus paisajes recuerda en parte el arte primitivo y en parte las incisiones en la cerámica popular. 'Sí, son cosas que siempre me han interesado, aunque las incisiones surgen más como influencia de la técnica del grabado', afirma. 'Del arte primitivo me interesa la expresividad que consigue con muy pocos elementes. A veces te preguntas qué diferencia hay entre una máscara auténtica y la que venden en los aereopuertos. En la buena existe esta vibración, esta cosa del no saber como una forma de saber'.

Se reconoce cada vez más intuitivo ante el cuadro. 'En arte contemporáneo puede parecer que un cuadro mío sea fácilmente repetible, pero creo que si se intenta se pierde la tensión que surge de este impulso a la hora de pintar. Y si no hay tensión no sirve. Ahora, ¿cómo se mide esta tensión? No lo sé'.

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