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Reportaje:APUNTES

Con la mirada puesta en Latinoamérica

Las nuevas tecnologías revolucionarán el mercado editorial que estará al alcance de todos

El plato fuerte de las publicaciones universitarias son los materiales de apoyo. En algunas universidades, como la de Valencia, tienen fuerte peso las obras de pensamiento y debate social: Libros como Reflexiones de un historiador (Pierre Vilar), Reforma y evaluación en la Universidad (Guillermo Quintás) o Sobre la llengua dels valencians se han revelado como libros influyentes en su momento. En cambio, de los 2.000 títulos que exhibe la Universidad Politécnica, una inmensa mayoría corresponde a manuales específicos de las enseñanzas que imparte, si bien este mismo año ha ampliado el espectro con la colección Letras Humanas, de la cual se llevan publicadas en poco tiempo siete referencias. Las publicaciones de esta universidad son las que más fuerte proyección tienen en Latinoamérica (México, Colombia, Perú, Chile, Argentina y Venezuela), distribuidas a través de Alfaomega. 'Con el mismo grupo editor tenemos firmados once títulos de nuestro fondo', comenta Maribel Cerdá, responsable de publicaciones, 'que se editan y distribuyen en México'. Francisco Fernández, jefe del servicio de publicaciones de la Jaume I, señala entre los objetivos más claros 'abrirnos a Hispanoamérica, ya que todas las editoriales van por ahí, además de potenciar Internet y las nuevas tecnologías'. La Universidad de Valencia cuenta, desde hace dos años, con distribuidor para Argentina y México. Un libro como Història contemporània d'Amèrica (Joan del Alcàzar, Nuria Tabanera, Josep M. Santacreu y Antoni Marimon) se va a traducir al castellano para estos dos países. 'La colección Aldea Global, coeditada con las universidades Autónoma de Barcelona, Jaume I y Pompeu Fabra, ha tenido éxito en México', explica Antoni Furió, 'y nos han pedido los derechos para traducirla al castellano'. Para Furió, 'el mayor mercado del libro español en América es México, pero pronto lo será Estado Unidos y nosotros confiamos en abrirnos paso allí'. La Universidad de Valencia, por otra parte, puede enorgullecerse de ser la que cuenta con más premios en su haber. El más reciente, 'a la mejor monografía', por el voluminoso Cinc segles i un dia, otorgado por la AEUE. La colección Aldea Global se llevó el de 'mejor coedición' el año pasado, y Nacionalisme i modernitat (de Liah Greenfeld, en coedición con la editorial Afers) se llevó hace dos años el galardón a la 'mejor traducción'. La colección Biblioteca Lingüística Catalana mereció en 1998 el Premi Sanchis Guarner y, un año antes, El naixement d'una colònia (Josep Torró) obtuvo el Premi Ferran Soldevilla. La Politécnica obtuvo hace tres años el premio de la AEUE al 'mejor CD-Rom'. Las tiradas iniciales de los libros universitarios suelen ser bajas, por lo general en torno a los 500 ejemplares, casi nunca más de 2.000. 'Con la impresión digital puedes hacerlas más reducidas incluso, para incrementarlas en función de la demanda', señala Paco Fernández. Una característica de los textos universitarios, advierte José Ramón Giner, es que 'mantienen una demanda constante'. Prueba de ello son algunos títulos editados por la Universidad de Alicante de los que todavía se venden 15 o 20 ejemplares cada año. 'Una vez conseguida una adeucada red de distribución, lo importante es que en una o dos semanas se pueda reimprimir el texto', subraya Giner. Para el responsable de publicaciones de la Universidad de Alicante, el éxito de los servicios de publicaciones universitarias radica en su 'profesionalización'. Las nuevas tecnologías, añade, 'revolucionarán el sector'. Tan cierto como que en la página web de la universidad lucentina ya se puede acceder a cuarenta libros digitales editados hace cuatro años y que 'presentan una elevada demanda'. La venta por Internet, por otra parte, ha mejorado las posibilidades de difusión, dentro y fuera de España, con cifras que oscilan entre el 10% de las ventas en la Jaume I y el 20% en la Universidad de Valencia. La salud financiera de estos servicios parece mejorar año tras año. El de la Universidad de Valencia, por ejemplo, ha 'cuadruplicado' sus ingresos en cuatro años sin aumentar la financiación propia de la universidad. En la Politécnica, el servicio de publicaciones incluso llega a autofinanciarse: 'Siempre devolvemos el presupuesto que se nos asigna', asegura Maribel Cerdá.

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