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Las indicaciones de los medicamentos limitan estrictamente su prescripción

La Junta de Andalucía ha justificado que la inspección médica vise las recetas de Vioxx y Celebrex porque ambos fármacos se estaban prescribiendo para indicaciones no autorizadas. Las condiciones para recetarlos son rigurosas, según fijó un estudio elaborado por la Dirección General de Farmacia, el Instituto de Salud Carlos III y varias sociedades médicas: ambos fármacos están indicados para el tratamiento de la artrosis; el Celebrex también puede usarse para la artritis reumatoide.

Pero esto no basta. Los pacientes deben tener antecedentes de úlcera péptica o hemorragia gastrointestinal, ser mayores de 65 años o estar tomando a la vez anticoagulantes o corticoesteroides. El uso 'debe limitarse' a pacientes con factores de riesgo de desarrollar toxicidad gástrica, señala claramente el documento. Pese a ello, 'no se garantiza de forma absoluta la ausencia de manifestaciones gastrointestinales graves'.

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Los fabricantes de ambos medicamentos afirman que no se produce un excesivo número de dispensaciones no recomendadas. 'Estamos absolutamente de acuerdo con el uso racional del Vioxx', manifestó una portavoz de Merck.

Pharmacia, que produce el Celebrex, aporta un estudio realizado entre 262 médicos y 5.159 pacientes de toda España que indica que en el 94% de los casos la prescripción es correcta: padecen artrosis o artritis crónica y su edad media es de 65 años.

La exigencia de un visado supone una 'discriminación' para los pacientes de Andalucía frente a los de otras comunidades autónomas, señalan las portavoces de las compañías. La de Pharmacia indica que la necesidad de contar con el visto bueno de la inspección actúa 'como medida disuasoria'. 'Muchos de los pacientes son mayores, con dolores y dificultad de movimientos. Ante la burocracia para obtener el visado, prefieren volver a tomar lo de hace tres años. En el 40% de los casos el trámite retrasa el tratamiento en cinco días', señala la representante de la empresa.

Merck añade como impedimento el 'exceso de celo' de los inspectores. 'En algunos casos se ha exigido el consentimiento informado del paciente', indican. Además el visado se está gestionando 'de forma arbitraria' dependiendo de las zonas, y algunas inspecciones requieren, además del informe que justifique la prescripción, que la receta la firme un médico especialista y no el de atención primaria, señalan. Por último 'se imponen contraindicaciones no recogidas en la ficha', se queja la empresa.

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