Ingenio frente a fortaleza física

¿Qué Deportivo saltará hoy (20.45, TVE-1) al estadio Felix Bollaert (feudo alquilado por el Lille al Lens) para hacer frente al conjunto francés, que ha repudiado el papel de cenicienta y amenaza a los grandes con descaro y fuerza física?. ¿El táctico o el épico? ¿El de Fran y Valerón o el de Pandiani y Scaloni? Todo son preguntas en un equipo que se ha acostumbrado a temblar y ya disfruta con el miedo.

Quizá por eso, Javier Irureta compró lotería y jugó a la Primitiva nada más llegar ayer al aeropuerto de A Coruña. El Depor europeo tiene algo de azar, pese a contar con el entrenador más metódico de la Liga española. Pero ante el rocoso Lille, el Deportivo tiene dos certezas. Una: que si gana, moralmente (en opinión de Irureta) estará clasificado para la segunda ronda de la Liga de Campeones. Otra: que el conjunto francés, desprovisto de estrellas, es de los que enseña los dientes y busca el balón hasta en el túnel de vestuarios. Es decir, si el fútbol francés trabaja la fuerza física y la imaginación, el Lille hace hincapié en lo primero a falta de lo segundo. No es que desprecie el talento, sino que engrandece el músculo. Su técnico, el bosnio Halilhodzic sabe que los 193 centímetros de su delantero Bakari son más contundentes que el fútbol zascandil del ex deportivista Bassir.

Cada cual explota lo que tiene. El Deportivo, por ejemplo, va tirando de su amplia plantilla a fuerza de lesiones. La última mala noticia la recibió Irureta el lunes cuando comprobó que Djorovic, el guardián de la defensa, regresaba lesionado del partido que disputó con Yugoslavia frente a Luxemburgo. Otra rotura fibrilar que le mantendrá en paro durante un mes y que se suma a las ausencias de Manuel Pablo, Mauro Silva y Makaay, una por partido. Además, el retorno de Djalminha se pospone, cuando menos, hasta el partido frente al Zaragoza, el sábado. Irureta, un técnico que hace de la precaución, virtud, encaja con resignación tanta adversidad No oculta que pierde al hombre que mejor ve el fútbol desde la defensa (Djorovic), al que mejor mantiene el pulso en el centro del campo (Mauro Silva) y al que mejor interpreta el contragolpe (Makaay). Para los dos primeros tiene recambios; el tercero se antoja más complicado. Ante un rival que juega con el corazón, la velocidad del delantero holandés era primordial para aprovechar espacios y jugar a la espalda de los franceses. A cambio, el Deportivo ha recobrado al mejor Fran, táctico y goleador, -como en los tiempos de Arsenio- y al más ingenioso Valerón, el hombre determinante en las remontadas ante el Manchester y el Olympiakos. El ingenio no tiene minutero, y de sus bota se puede esperar cualquier solución en cualquier momento.

Irureta ha sustituido al lesionado Makaay por el portugués Helder, a sabiendas de los problemas defensivos y la envergadura de los franceses (cuatro de ellos por encima del 1,90).

La UEFA que, el lunes reafirmó la disputa de los ocho encuentros que se aplazaron a raíz de los atentados terroristas en Estados Unidos el 11 de septiembre, se ha reservado la posibilidad de volverlos a suspender hasta dos horas antes de que comience el partido, 'si la situación empeora y se advierte cualquier señal de peligro'.

Lille: Wimbee; Pichot, Fahmi, Cygan, Ecker; Sterjovski, N'Diaye, D'Amico, Cheyrou; Boutolille y Bakari.

Deportivo: Molina; Héctor, César, Naybet, Romero; Víctor, Duscher, Emerson, Sergio, Fran; y Tristán.