La red de saneamiento de Urdaibai no empezará a construirse antes de 2004

El plan integral de saneamiento de Urdaibai, un proyecto que supondrá una inversión cercana a los 15.000 millones de pesetas, no empezará a acometerse antes de 2004, tras más de veinte años de gestación. Éste es el último cálculo de las autoridades para una comarca que, pese a estar declarada desde 1984 como reserva de la biosfera, es una de la más deficitaria, junto a las Encartaciones, en esta materia. Ello obliga a que las aguas residuales de cerca de 25.000 vecinos desemboquen directamente en la ría de Urdaibai. El proyecto requiere habilitar un red de conductos de 20 kilómetros.

Los plazos para acometer este proyecto se han ido retrasándo una y otra vez en los últimos años. La falta de coordinación entre las instituciones ha sido un factor determinante, ya que intervienen el Gobierno central, el vasco, la Diputación vizcaína y los ayuntamientos implicados. La parálisis de las gestiones llevó en febrero pasado a acordar que la coordinación del plan recaiga en el Consorcio de Aguas de Busturialdea. La decisión parece haber surtido efecto y próximamente se va a sacar a concurso la primera actuación: la elaboración del plan director. Luego deberán adjudicarse los proyectos constructivos y, finalmente, las obras en sí. Pese a que la Diputación esperaba que la construcción de esta infraestructura comenzase en 2002, las perspectivas más optimistas apuntan ahora a 2004.

El calendario calculado por el Consorcio de Busturialdea estima que el plan director no estará concluido hasta finales del próximo año. 'Luego tiene que ser aprobado por las diferentes instituciones', señala el gerente del consorcio, Javier Bilbao. La elaboración de los proyectos, que tendrá un coste de cerca de 300 millones, significaría otro plazo cercano a un año. 'Si las cosas van muy bien, de aquí a dos años y medio o tres, empezarían las excavadoras', añade Bilbao.

El plan supone la construcción de una depuradora en el límite entre las localidades de Mundaka y Bermeo, y una red de conductos de 20 kilómetros de longitud entre los municipios de Muxika y Bermeo. Existe un compromiso para que el Gobierno central asuma parte de de la construcción de la planta depuradora, mientras que el Gobierno vasco, la Diputación y los ayuntamientos implicados financiarán la red de colectores. Para ello será necesario, entre otras actuaciones, excavar un túnel desde la localidad de Sukarrieta hasta la futura depuradora de Bermeo.

Otro de los temas pendientes es precisamente la financiación de los ya cerca de 15.000 millones en que se calcula el coste del proyecto. El planteamiento último era cerrarlo este año, pero es prácticamente seguro que también se demorará. En cualquier caso, no se podrá cumplir la directiva comunitaria 91/271, que regula el tratamiento de las aguas residuales urbanas y establece que las localidades de más de 15.000 habitantes deberían contar con depuradoras desde este mismo año. Bermeo y Gernika -ésta tiene una planta, pero ya obsoleta- superan los 15.000 vecinos y por ello se incumplirá la directiva. Las autoridades vascas esperan lograr una moratoria para adaptarse a las leyes comunitarias.

El problema del saneamiento en Urdaibai se concentra en la margen izquierda de la ría que atraviesa la reserva, donde se ubican los principales núcleos de una comarca de 45.000 habitantes. En este área los vertidos fecales se realizan directamente a la ría. En la otra orilla se están instalando pequeñas depuradoras individuales en zonas concretas.

Los intentos de solucionar el saneamiento de Urdaibai se remontan a 1984, cuando se proyectó la construcción de dos depuradoras en Gernika y Bermeo, pero la iniciativa quedó guardada en un cajón. La creación en 1991 del Consorcio de Aguas de Busturialdea sirvió para retomar el plan, que tuvo su primer paso en 1994. Al transferirse entonces la competencia sobre aguas al País Vasco, el Gobierno central se comprometió a cofinanciar la infraestructura. En aquel tiempo se hablaba de iniciar las obras en 1998.