Dos ladrones roban varios millones y joyas a Sara Montiel a punta de punzón
La empleada de hogar de la popular actriz lo vio todo y llamó a la policía
Fue la noche del viernes. Sara Montiel había cenado con su novio, Tony Hernández, en la cocina del ático que comparten en el madrileño barrio de Salamanca. 'Pollo y pescado', aclaró más tarde la empleada de hogar. Pero un desagradable incidente les estropearía la digestión: dos individuos entraron por la terraza y, a punta de punzón, obligaron a la popular actriz a que abriese su caja fuerte. 'No hagas nada, Tony', dijo la cantante de La Violetera, 'primero es la vida que nada'. Se lo llevaron todo: varios millones de pesetas y múltiples joyas. La empleada de hogar lo vio todo.
'Al oír un grito de la señora me acerqué al salón, pensando que me llamaba. Allí estaba ella con su amigo Tony y un hombre de espaldas con una camisa amarilla la agarraba del pelo y la apuntaba al cuello con un punzón', relataba Ana Mendoza, la empleada de hogar que trabaja desde hace más de seis años en casa de la popular actriz. 'No dude un instante', decía, 'al ver a ese hombre amenazando a mi señora, salí sigilosamente del salón, me fuí a la cocina y avisé a la señora Elpidia Abad -hermana de Sara Montiel- que estaba cenando en ese momento, bajé por la escalera de servicio al piso inferior y desde allí llamé por teléfono a la policía'.
Según fuentes policiales, los ladrones que asaltaron la vivienda hacia las 23.00 horas del viernes, tenían acento norteafricano y cometieron el robo a cara descubierta, aunque se protegían las manos con guantes. 'Según mi señora, hablaban con acento moro y eran altos', insistía Ana Mendoza.
Entraron por la terraza del ático (con jardín y piscina) trepando la verja que lo separa del edificio contiguo y que da directamente al salón de la vivienda. Allí se encontraba la actriz con su novio viendo una película que ella grabó en México en 1949: El capitán veneno, 'a un volumen muy alto porque al tratarse de una grabación antigua el sonido era malo', explicó más tarde la pareja. Por eso no oyeron a los atracadores: 'Nos dimos cuenta cuando los teníamos encima. Eran dos tipos grandes con punzones grandes que nos taparon la cara para que no les viéramos'. 'Les cubrieron la cabeza a la señora y a Tony con los cobertores que yo pongo en los sofás', detallaba después la empleada. Lo mismo le hicieron a la hermana de la artista cuando se presentó en el salón para ver lo que ocurría.
'Dinos donde está la prenda (el dinero y las joyas) si no queréis que os pase algo. Sara, quiero la caja fuerte', le dijeron los asaltantes llamándo a la actriz de 73 años por su nombre artístico.
'La señora actuó con mucha sangre fría', relató la empleada, 'porque cuando le pidieron las joyas les dijo: 'Tranquilos, que os lo voy a dar todo'. Les llevó al dormitorio, donde tiene la caja fuerte -que según la policía estaba sin clave-, y les sacó todo lo que tenía. Hasta les dijo qué joya era buena y cuál falsa. Se llevaron el dinero y todas las alhajas'.
No obstante, la intérprete de El último cuplé, antes de dirigirse con uno de los ladrones a la habitación, advirtió a su novio de que no hiciese nada porque 'la vida es antes que nada'. Pero el cubano, de 38 años, no pudo evitar pedirle a los ladrones que le aflojaran la prenda con la que le habían cubierto la cabeza porque sufre de asma, a lo que éstos accedieron.
Tras hacerse con el botín, que según la policía asciende a varios millones de pesetas, los asaltantes huyeron por donde habían entrado. Aunque trataron de despistar tirando un collar de perlas en la cocina para hacer creer que salían por la puerta de servicio, el portero del edificio contiguo les vio salir por el portal, pero de momento no han sido detenidos. 'Ahí se ven las huellas en los barrotes que separan la terraza de las dos casas', decía la perspicaz empleada. Y en sus declaraciones a Efe añadía: 'Debían saber muy bien que en la casa de al lado no había nadie'.
'Sé que por 2.000 pesetas te meten la navaja donde sea. Les dije todo porque quería que se marcharan. Los brillantes los tengo en el banco, por lo que sólo se llevaron el dinero y las joyas', contaba después Sara Montiel, que pasó la madrugada en comisaría junto a Tony y su hermana.
'No estaba disgustada', decía la empleada describiendo el estado de ánimo de la actriz, 'en absoluto. Así es la señora. Nada, que lo que importa es la vida y eso no nos lo han quitado'.
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