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Martín Simón resume su creación pictórica en una exposición en Vitoria

La muestra abarca las tres etapas de su obra

El espacio que se ha elegido para exponer la obra de Martín Simón ha sido el antiguo Depósito de Aguas de la ciudad, un lugar idóneo para el diálogo con la obra de toda una vida. El pintor extremeño establece tres etapas en su creación que aparecen profusamente recogidas en esta muestra, titulada Tres estaciones.

Su etapa de iniciación, que nace en aquel 1955 en el que se acercó por vez primera a un cuadro, bebe lo mismo de las inquietudes del aprendiz que del interés por la creación de su entorno, en este caso, el paisaje vasco. Simón reflejará en sus lienzos, con un encanto no exento de ingenuidad, las pinturas idílicas de los Zubiaurre, Echevarría, Arrúe o Arteta.

Es cierto que no deja de haber en obras de esta época cierta intencionalidad social, como no podía ser menos en quien se había criado en pleno Barakaldo, junto a los altos hornos.

La curiosidad plástica de Martín Simón le llevará, primero, al Museo del Prado y, más tarde, a Italia, donde encontró un primer trabajo como chófer que le permitía recorrer la capital del arte y aprender de los clásicos. Más tarde visitará París, , etapa también imprescindible en la comprensión de su evolución artística.

Con todo este bagaje, unido a su enriquecedora experiencia vital, el pintor de Barakaldo se adentra progresivamente en la abstracción y el simbolismo, con una clara influencia de Giorgio de Chirico. Casualmente, esta semana se ha inaugurado en Bilbao una exposición antológica del pintor italiano.

Ya está en marcha la segunda etapa, quizás menos expresiva en el color, de Simón pero con una mayor profundidad conceptual. En esta etapa evolucionó claramente hacia un informalismo, con un giro hacia una revitalización del color y una presencia menos clara del dibujo que cede espacio a los juegos cromáticos y a la exaltación de la luz. A partir de 1994, Martín Simón ha regresado a la denuncia social y a una búsqueda de otros materiales a la hora de enfocar la obra.

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Una mujer observa una de las obras de Martín Simón.
Una mujer observa una de las obras de Martín Simón.JOSUNE M. DE ALBÉNIZ

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