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AJEDREZ

Jaques con música

Niños de Xàbia (Alicante) representan esta noche su tradicional partida viviente

Luz, música, mar, niños y aderezos de buen gusto son los elementos que convierten cada año el ajedrez viviente de Xàbia (Alicante) en un espectáculo de indudable belleza. La edición de hoy, nocturna por primera vez, es un homenaje al maestro internacional sueco Jaan Eslon, fallecido el año pasado, e incluye al tenista Juan Carlos Ferrero como invitado de honor.

Los abundantes recursos artísticos que ofrece el juego de reyes se ponen de manifiesto cada verano en Xàbia, o Jávea, uno de los centros turísticos más importantes de la Comunidad Valenciana. “Se trata de una historia contada por medio de una representación teatral, interpretada por niños ataviados en consonancia con el relato, que toma como base una partida especialmente bella. Pero lo hacemos de manera que cualquiera pueda entender lo que ve, aunque no sepa jugar al ajedrez”, explica Rafael Andarias, el artífice de esta idea que desarrollan la Comisión de Fiestas Mare de Déu de Loreto y el Club de Ajedrez local, con la colaboración financiera del Ayuntamiento y la Caja de Ahorros del Mediterráneo.

Más información
Página oficial: Ajedrez viviente de Xàbia

Un narrador que resalta los momentos críticos de la partida y un folleto explicativo en tres idiomas contribuyen a que el espectador no necesite conocimientos técnicos. Este ajedrez viviente, cuya sexta edición comienza a las 22.30 en el Paseo Marítimo, frente a la playa de la Grava y el Cabo San Antonio, “es el único con carácter anual”, recalca Andarias. Hay otro muy famoso, bienal, en Maróstica (Italia), “pero de características muy diferentes”. En el de Xàbia hay siempre algún invitado ilustre, como el astronauta Pedro Duque o el periodista Matías Prats en ediciones anteriores.

Eslon fue el primer ganador del Ciudad de Linares, en 1978, poco después de establecerse en España. Una de sus partidas de ese torneo, la que jugó con el entonces peruano (y hoy español) Orestes Rodríguez es la elegida para la representación de hoy. El sueco era un trotamundos del tablero con gran tirón popular por su carácter bonachón, su gran amor al ajedrez y su fino estilo literario. Casado con una valenciana, residió en Benetúser y militó en el Club de Ajedrez Xàbia. Falleció hace casi un año, a los 48, de un infarto de miocardio cuando disputaba el torneo de Maspalomas (Gran Canaria).

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