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El presunto homicida de un hombre en Bilbao cumplía condena por asesinato

A.A.L., de 51 años, no sólo rompió el permiso penitenciario cuando no regresó el pasado 28 de junio a la cárcel alavesa de Nanclares de Oca, donde cumplía una condena de 12 años por asesinato, sino que incurrió en un nuevo delito de homicidio. La Ertzaintza le imputa la muerte a cuchilladas de L. A.C.F., de 46 años, vecino de Bilbao, en la madrugada del pasado domingo en la calle San Francisco, en el barrio chino de la capital vizcaína. El agresor fue detenido pocas horas después del suceso en su domicilio junto a otras tres personas; dos de ellas como supuestos encubridores y una tercera como cómplice. Los agentes de policía encontraron en la vivienda del autor del crimen una bolsa que contenía un pantalón, una camisa y unas zapatillas con restos de sangre. Además, hallaron cuatro armas blancas, entre cuchillos y navajas, que la Ertzaintza investiga por si alguna de ellas fue la que se usó para perpetrar el asesinato, según informó ayer el Departamento de Interior.

El principal sospechoso estaba en prisión desde 1992 y había gozado de tres permisos penitenciarios. El último, el 22 de junio. De acuerdo con el relato policial, el móvil del suceso fue el robo y el detenido lo perpetró con la complicidad de una mujer de 39 años, prostituta y con tres condenas por robo. La víctima se encontraba con ella en un portal de la calle San Francisco, cuando, antes de entrar en el inmueble, el agresor agarró al hombre por la espalda e intentó arrebatarle la riñonera. Entonces, agresor y víctima rodaron por el suelo e intercambiaron golpes. En la refriega, el delincuente hundió un cuchillo de 25 centímetros de hoja en el costado y cuello de su víctima. Éste logró levantarse y huir sin la oposición de su agresor. Se tapó la herida del costado con una mano y asió la bolsa con la otra. Mientras, el atacante limpió los restos de sangre del cuchillo sobre uno de los pilares de la plaza Corazón de María. El herido logró caminar unos metros pero se desvaneció y murió sobre el suelo.

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