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Ruiz-Gallardón ensalza sus propios logros y el PSOE le afea los problemas pendientes

Alberto Ruiz-Gallardón se examinó ayer a sí mismo de sus dos últimos años al frente del Gobierno regional, y se puso un sobresaliente. El presidente reunió ante la prensa a sus consejeros y 72 altos cargos, los sentó en una grada en mitad del patio de la Casa de Correos, sede del Ejecutivo, y durante una hora y cuarto les detalló, uno a uno, los éxitos de su gestión. Tras proyectar un vídeo con imágenes de las obras faraónicas realizadas durante el último bienio, el jefe del Gobierno desgranó todo aquello que ha contribuido al 'fabuloso progreso' de Madrid en estos dos años, lo que le 'llevará a primera línea de las regiones del mundo'.

El PSOE tachó el acto presidencial de 'fanfarria' en una región con 20.000 ancianos sin plazas en residencias públicas, con miles de jóvenes con dificultades para acceder a una vivienda y con los trabajadores de Sintel en el paseo de la Castellana desde enero. 'El acto parece más propio de otras épocas', señaló con sorna el portavoz parlamentario socialista, Pedro Sabando.

Pero Ruiz-Gallardón, ajeno a estas críticas, se declaró al servicio de quienes 'están en una cultura y tradición progresistas', de las 'gentes trabajadoras' y de quienes 'se integran en organizaciones sociales, ciudadanas, ecologistas y feministas'. Aseguró que preside un Gobierno de 'ideas', y 'no de siglas', que encabezará el 'despegue definitivo que llevará a Madrid a la primera línea de las regiones del mundo'. 'Así lo prueba', dijo Ruiz-Gallardón en su discurso de 38 páginas, que 'el Banco Mundial eleve nuestro modelo de transporte público a modelo para Iberoamérica y los países en vías de desarrollo. Desde el corazón del Primer Mundo, somos ejemplo a seguir para las aspiraciones del Tercero'. Madrid se halla, según el presidente, 'en vísperas de este gran salto hacia adelante'.

Apeló también al asesinado presidente de EE UU John F. Kennedy para decir: 'Si me permiten parafrasear a uno de los mayores genios políticos del siglo XX, diré que no es el momento de preguntarse qué puede hacer Madrid por nosotros, sino qué podemos hacer nosotros por Madrid y por España. Ésa es la pregunta que me hago todas las mañanas al entrar en el despacho'.

Alberto Ruiz-Gallardón no tuvo reparos ayer en destacar 'la admiración que esta transformación [de la región en los dos últimos años] ha despertado en otras comunidades que tradicionalmente han defendido las bondades del autogobierno y que disfrutan de mayores presupuestos'. El presidente de la Comunidad de Madrid recordó que la economía de la región creció el año pasado por encima de la media del país, que generó el 18% del PIB (producto interior bruto) nacional, que aporta el 12% del valor añadido bruto y que acoge al 41% de las empresas de informática y telecomunicaciones.

Hace ahora casi dos años que el presidente del Gobierno de Madrid juró su cargo por segunda vez como máximo responsable del Ejecutivo autónomo. Ante casi doscientos invitados, incluidos siete miembros del Gobierno central, los presidentes del Congreso y el Senado y los de Castilla-La Mancha y Castilla y León, aseguró en aquella ocasión que sería su última legislatura al frente de la Comunidad: 'En el año 2003 no volveré a presentarme', dijo, y pidió la ayuda de los madrileños y de Dios 'en el empeño de gobernar Madrid'.

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'Esto hemos hecho'

Pero ayer, en su discurso, no repitió la promesa -el PP le ha pedido que repita como candidato en 2003-, sino que, por el contrario, destacó: 'Dentro de dos años [en periodo electoral], volveremos a comparecer ante los ciudadanos para darles la respuesta a esa pregunta: 'esto podíamos hacer por Madrid', les diremos, 'y esto hemos hecho'.

Los logros enumerados por el máximo responsable del Ejecutivo madrileño incluyeron el metro, el metrosur, la futura terminal de Barajas en Nuevos Ministerios, el parque temático de la Warner en San Martín de la Vega, el centro invernal de Xanadú en Arroyomolinos, el futuro casino de Aranjuez, el parque biológico de Valdebernardo, el futuro parque nacional del Guadarrama, la ampliación de los recintos feriales y hasta el ensanche de Madrid.

En cuanto al empleo, recordó que un estudio elaborado por el sindicato UGT señala que 'el mercado de trabajo madrileño aventaja al catalán en estabilidad, salarios y condiciones laborales, y es el quinto de Europa'. Al Gobierno catalán -presidido por Jordi Pujol y que ha anunciado que el himno regional, Els Segadors, se enseñará obligatoriamente en las escuelas desde el próximo curso- también pareció recordarle 'los beneficios materiales y sociales de la tolerancia [madrileña], en una región en cuyas escuelas ningún himno es obligatorio, están a la vista'.

Ruiz-Gallardón afirmó que desde 1997 se han firmado 820.000 contratos indefinidos, y que en la anterior legislatura se crearon 332.000 puestos de trabajo. 'El equipo que presido se comprometió a generar otros 225.000 empleos hasta 2002. Hoy, 134.600 personas pueden dar fe de que ese compromiso se está cumpliendo', aseguró.

Pero Pedro Sabando, portavoz del grupo PSOE-Progresistas en la Asamblea, tiene una visión muy distinta de la gestión de Ruiz-Gallardón al frente de la Comunidad. Sabando, que confesó tener un conocimiento muy somero de la puesta en escena protagonizada por el presidente regional, lamentó que se diera un perfil tan partididista de lo que ha sido hasta ahora la legislatura y de que 'se haya montado una escenografía al servicio personal de Ruiz-Gallardón'.

'Fanfarria' gubernamental

El portavoz socialista señaló que 'tanta fanfarria choca con un Madrid en el que hay 20.000 ancianos que esperan para entrar en una residencia y en el que miles de jóvenes no pueden acceder a una vivienda'. 'Ese espectáculo, más propio de épocas pasadas, chocará a los trabajadores de Sintel que llevan meses y meses en la Castellana y a los que no ha visitado el presidente', dijo el portavoz del PSOE. 'No sé lo que ha dicho', ironizó Sabando, 'pero espero que haya tenido algunas palabras para explicar por qué ha llegado al Congreso la Carta de Barcelona y todavía no ha llegado la Ley de Capitalidad de Madrid'.

Sabando hizo notar que, precisamente en Barcelona, hay un gobierno municipal socialista, mientras que Madrid, 'con un alcalde del PP, con un presidente regional del PP y un presidente de la nación del PP, todavía no cuenta con la Ley de Capitalidad'. 'No cabe duda', concluyó el portavoz del grupo PSOE-Progresistas, 'de que para Ruiz-Gallardón el principio de que el medio es el mensaje es lo único válido e importante'.

Por parte de Izquierda Unidad no hubo ayer reacción alguna. Fuentes de este grupo parlamentario comentaron que preferían conocer con mayor detalle el contenido de la prolija intervención del presidente regional.

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