El CVC propone acabar los 'docks' de Valencia para el Museo Marítimo
'Existe el consenso social de que se trata de un museo pequeño e indigno de un país con una historia naval tan importante como la de la Comunidad Valenciana', señala la ponencia respecto al museo marítimo actual, instalado en el edificio gótico de las Atarazanas, utilizado fundamentalmente para exposiciones, y cuyo contenido, maquetas y utensilios diversos, se exhibió con anterioridad en las Torres de Serranos.
Como consecuencia del interés del CVC por la cuestión, en 1997 se firmó un protocolo entre el presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, y el presidente del organismo consultivo, Santiago Grisolía, por el que se destinaban cinco millones de pesetas para la creación del Consorci Fundador del Museu Marítim.
La barrera arquitectónica de varios edificios de viviendas y la distancia entre las Atarazanas y el mar recomendaron a los miembros de la ponencia del CVC, presidida por Manuel Sanchis Guarner, emplazar el nuevo museo en el espacio cedido recientemente por la Autoridad Portuaria al Ayuntamiento para disfrute público.
Sanchis destacó el interés del Ayuntamiento, del Puerto, de la Diputación y de la Generalitat por el proyecto, si bien tan sólo se ha redactado la ponencia sobre el mismo. En este documento se recoge la necesidad de que participen empresas privadas, además de las instituciones, en la financiación del museo, que sería de titularidad pública.
Los tres edificios elegidos tienen el espacio suficiente que requiere un centro de este tipo, según afirma la ponencia, que subraya la importancia del varadero como zona visitable, así como los espacios al aire libre. También se propone llegar a acuerdos con las compañías para visitar distintos barcos.
