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Crítica:OCEAN COLOUR SCENE | POP
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Velada con sabor británico

Inglaterra sigue tirando del repertorio estético propio a la hora de encarar el confuso presente del pop. A veces, como con Oasis, el tiro les sale por la culata en forma de bluff. Otras, como es este caso, lo inglés da gusto.

Como primer participante de la noche, el español Quique González realizó una corta exhibición de lo que será su próximo disco, que viene avalado por los propios Ocean Colour Scene, quienes le vieron en una pequeña sala y quedaron francamente impresionados. Esperemos que no cunda el ejemplo y tengan que venir grupos de fuera a dar oportunidades a los artistas españoles.

En segundo lugar actuaron los británicos Mo Solid Gold, grupo que cuenta con toda una estrella del micro y el escenario: el enigmático K. Este personaje canta, baila y recuerda a Mick Jagger y a James Brown en cuanto a movimientos, y a Ottis Redding y Prince en lo vocal. La banda le acompaña con gran empeño y homogeneidad en un estilo que evoca al rythm'n'blues británico de toda la vida. Una vuelta de tuerca más al espíritu mod, dada por una banda con interés e ingredientes para hacerse un nombre con toda justificación. Atención a temas suyos como David's soul, Miss USA u On my mind, porque pueden sonar mucho en los próximos meses.

Ocean Colour Scene + Mo Solid Gold

Ocean Colour Scene: Steve Cradock (guitarra y coros), Simon Fowler (voz y guitarra), Damon Minchella (bajo) y Oscar Harrison (batería). Sala El Divino Aqualung. 3.000 pesetas. Madrid, martes 29 de mayo.

Ocean Colour Scene salió al escenario despejando la duda general de si se iban a lanzar por la pendiente acústica, lugar común del tradicional aburrimiento que terminan generando los grupos ingleses cuando se entregan a las baladas trascendentes. En esta ocasión, la banda liderada por el extraordinario cantante Simon Fowler optó por una versión más eléctrica y dinámica de sus canciones, con lo que el espectáculo resultó agradable y hasta bailable en algunos tramos. Venían a presentar su último elepé, Mechanical wonder, con el que parecen por fin haberse estabilizado en los números uno de su país. No obstante, la banda manejó los títulos más significativos de toda su discografía en versiones tan marchosas como elegantes. Entre el material antiguo, destacaron The day we caught the train, Better day y su primer éxito, The riverboat song.

El sonido del grupo ha ido cogiendo peso y ahora hay determinados pasajes de su actuación en los que recuerdan a unos The Who más contenidos. Precisamente, acaban de participar en un homenaje a la mítica banda de Peter Townsend y, a juzgar por lo presenciado, algo se les ha pegado, porque O.C.S. -y también Mo Solid Gold- ofreció una de las mejores veladas de pop presenciadas en lo que va de año en la capital de España.

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