Imputadas cinco personas por la muerte de los escolares de Badalona
El juez que investiga la muerte de los dos escolares de Badalona que se ahogaron el pasado lunes cuando practicaban una actividad de aventura en la riera Merlès decidió ayer imputar por un presunto delito de imprudencia al propietario de la casa de colonias Can Curtius, al profesor de Educación Física del colegio Badalonés y a tres monitores que acompañaban a los niños.
Cristian Rodríguez, de 10 años, y Alba Muñoz, de 9, iban unidos por una cuerda, junto con otros cuatro niños, y seguían el cauce de la riera por su interior. La cuerda cedió por causas desconocidas y los niños cayeron en una zona de la riera donde la profundidad del agua alcanza los siete metros. Los dos monitores que les acompañaban sólo tuvieron tiempo de rescatar con vida a cuatro de ellos, soltándolos de la cuerda que mantenía al grupo unido.
De las ocho personas que el martes comparecieron en el juzgado de Vic, tres de ellas monitores ex alumnos del colegio Badalonés, no llegaron a declarar porque no vieron el accidente. En sus declaraciones, los cinco imputados calificaron el accidente como un hecho 'desgraciado', fruto de la 'mala suerte' y no de un error humano ni de un fallo técnico. Todos negaron que hubiera sobrecarga en la cuerda, ni que ésta se rompiese.
El abogado del colegio Badalonés, Emiliano Ramírez, aseguró ayer que 'se respetó en todo momento la normativa existente'.
Funeral multitudinario
Unas 2.000 personas asistieron al funeral celebrado ayer por las dos víctima en la parroquia de Sant Josep de Badalona. Acompañaron a las familias representantes de todos los grupos municipales y la consejera de Enseñanza de la Generalitat, Carme Laura Gil. El colegio Badalonés suspendió ayer las clases para que toda la comunidad educativa pudiera dar su último adiós a los fallecidos. La madre del niño, que era hijo único, no reunió las fuerzas suficientes para asistir al funeral.
Por recomendación de los psicólogos, el colegio intentará seguir las clases a partir de hoy con la máxima normalidad. De momento, no se ha interrogado a los compañeros de clase de Cristian y Alba, ya que los psicólogos esperan que ellos mismos, cuando estén preparados, irán comentando poco a poco cómo vivieron los hechos.
