Una periodista recrea con humor e ironía la otra cara de la romería en 'El polvo del camino'

Cuatro años cubriendo el Rocío le han dado a la periodista Eva Díaz Pérez (Sevilla, 1971) suficiente material para conocer el ambiente de la romería y sus contradicciones. El polvo del camino. El libro maldito del Rocío, publicado por Signatura Ediciones, es un libro que describe lo que hay más allá de la superficie rociera a través de una serie de crónicas irónicas que descubren las paradojas de la romería. 'Tenía interés en quitarle polvo al camino, barrer y ver que hay debajo de tanto tópico y artificio. No son sermones, sólo he pretendido mostrar las paradojas y las cosas feas de la romería, que también las hay', dice la autora, que le ha llamado libro maldito porque cree que se trata de un presagio anunciado: 'A los rocieros no les gusta que les hagan críticas. Nadie les replica', sostiene Díaz. Escrito como un gran reportaje novelado en clave de humor, el libro presenta 'lo grotesco y lo esperpéntico'. 'Muestro el otro Rocío, el que no se cuenta', añade. La periodista ha creado un alter ego en un personaje ficticio, Mariano Romero del Camino, un escéptico que va descubriendo los personajes grotescos de 'este inmenso teatro al aire libre que es el Rocío'. La autora compara esa visión con la imagen deformada que devuelve el espejo del Callejón del Gato en la novela de Valle-Inclán. 'Es un retrato del natural, con personajes caricaturizados', continúa Díaz, que ha realizado una lectura crítica de la romería por diversos motivos que le duelen como andaluza: 'Desde la recreación del tópico más infame que presenta una Andalucía que no es así a los estropicios de una romería que se enorgullece de ser rural y deja el campo desolado, lleno de basuras'. También está lo que llama 'fundamentalismo religioso', que poco tiene que ver en su opinión con la devoción mística. 'Me sorprendía que nadie hiciera una lectura crítica de la romería. Es un ejemplo de la dictadura de las tradiciones de la época actual'. Díaz ha querido hacer bromas literarias empleando diversos géneros según los capítulos: realismo mágico, crónicas de viajes o narraciones costumbristas en los que dibuja a los protagonistas, 'los figurantes del teatro: el boyero, el almonteño, el fantero, la camarista...' Un diccionario para neófitos completa esta novedosa visión de la romería.