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Puerto: 'Los sobreros tenían menos fuerza y peores ideas'

El lenguaje taurino, a veces, se antoja caprichoso. "Sustituido por claudicación de cuartos traseros". La frase suena como tremebunda, wagnerina, radiofónica. Los ritos exigen eso: pompa, fuste y, sobre todo, mucho vocabulario. La realidad, especialmente en los toros, es otra: "¡Pero si no se tiene en pie!". En efecto, la bestia reemplazada por claudicada no cesaba en su empeño de planchar la arena del albero.

"La verdad", toma la palabra Víctor Puerto, "es que poco o nada se podía hacer. He matado bien; lo que se podía con el capote ahí ha quedado, y algún trincherazo...". Él se llevo la peor parte de la ronda de claudicaciones: para él fueron dos sobreros. No lidió ni uno de la ganadería titular. "Lo más triste es que lo que ha salido después ha sido igual de flojo y con peores ideas", añade. Los toros que anunciaba el programa de mano se despanzurraban contra el suelo. Los que les sutituían, sin duda impresionados por el vocabulario, también. "No han dado ni una posiblidad. Por mi parte, sigo a por todas". Puerto se niega a claudicar. Que no se cae, vamos.

Por otra parte, El Cid sustituirá al lesionado Gómez Escorial en la corrida de Partido de Resina del próximo día 23

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