El PP balear contraataca con una querella al Gobierno
El PP de Baleares asegura haber dado con 'un caso claro, muy grave y escandaloso de corrupción política' en la gestión del Gobierno de Francesc Antich, que vincula a 'sospechas de una trama financiera del PSOE'. Los conservadores, que afrontan graves acusaciones de corrupción política en el caso Formentera, han anunciado la presentación de una querella criminal por presuntos delitos de tráfico de influencias y malversación de caudales públicos, por las condiciones de un contrato blindado que disfrutó un ex alto cargo balear.
Se trata del fichaje por 120 millones de pesetas para un período de diez años del socialista Felio Morey como director de la empresa pública del parque tecnológico. Morey fue cesado meses atrás sin percibir la compensación establecida en su contrato, y la consejera que realizó la operación, Cori Ramón, del PSOE, fue apartada del Gobierno. Morey percibió en año y medio de trabajo más de 20 millones de pesetas y el PP señala que debió abonar a las arcas del Gobierno la totalidad de la cantidad de la cláusula de garantía, que obligaba a ambas partes (unos 90 millones).
El PP dirigirá su querella contra Ramón y Morey, que no son aforados. Las acusaciones contra 'la fontanería de Presidencia' las formuló ayer la diputada popular Mabel Cabrer, mano derecha del ministro Jaume Matas, líder del PP en Baleares. 'El dinero no sólo se lo embolsó sino que hay sospechas de una trama financiera del PSOE', añadió Cabrer.
Cabrer asumió que la denuncia 'puede interpretarse como una venganza' por los ataques del Gobierno de Antich contra Matas, pero aseguró que 'el tema se ha estudiado mucho'. El PSOE replicó amenazando con una querella por injurias contra Cabrer.
