El movimiento antipeaje enviará cartas de protesta a La Caixa
La Declaración de Gelida ha decidido promover una acción de protesta consistente en enviar miles de cartas al director general de La Caixa, Isidre Fainé. La misiva, sustancialmente igual en todos los casos, tiene un doble objetivo: primero, sensibilizar al principal accionista de ACESA sobre la impopularidad de los peajes; segundo, dar a conocer los beneficios que genera la concesionaria.
El texto que prepara el movimiento antipeaje explica que La Caixa invertido 79.206 millones de pesetas en ACESA. En dividendos ha cobrado 82.398 pesetas, pero ha vendido también una parte de aquellas acciones, y estas ventas le han reportado 107.149 millones de pesetas de ingresos. El valor en bolsa de las acciones que posee asciende a 169.253 millones de pesetas y las expectativas de dividendos que cobrará entre este año y 2021, cuando supuestamente vencerá la concesión, suma 192.781 millones.
Los miembros de la plataforma piensan distribuir las cartas entre la gente que se opone al pago de peajes en las autopistas catalanas y pedirles que las envíen al director general de La Caixa a través de las oficinas de sus respectivas poblaciones. En el texto se le recordará a Fainé que la entidad no tiene carácter lucrativo y que los beneficios obtenidos justificarían una menor beligerancia en las negociaciones con los gobiernos sobre las rebajas de los peajes.
En realidad, esta fórmula es puramente retórica porque lo que de verdad creen los miembros de la Declaración de Gelida, según explican, es que la firmeza de ACESA se basa, sobre todo, en la debilidad 'voluntaria' de los gobiernos, en especial del catalán, al que ven 'entregado' a las concesionarias.
La plataforma planteará hoy, en la reunión prevista del grupo de trabajo sobre peajes decidido por el Parlament, cuál será la posición del Gobierno catalán sobre la reposición del IVA a las tarifas de las autopistas. Un portavoz de la Declaración recordó que la idea de suprimir peajes fue del entonces director de ACESA, José Manuel Basáñez, 'una prueba que sobre autopistas no legisla el Parlament, sino la empresa'.
