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La cultura es una de las principales motivaciones del turista europeo

Turismo y cultura pueden parecer una contradicción en términos. Es algo que, por otra parte, suele pasarle casi siempre a la palabra cultura cuando se usa como adjetivo. Sea como fuera, éste es el futuro. Eduard Delgado, responsable de la Fundación Interarts y director académico del I Congreso de Turismo Cultural que ayer se clausuró en Barcelona, explica que el 40% de los turistas de la Unión Europea tienen como principal motivación la cultura (47%); en segundo lugar, el sol y la playa (30%), y en tercer lugar, el medioambiente (20%). 'Los operadores turísticos piden cultura y el sector cultural no sabe cómo responder a esta demanda', explica Delgado. El congreso, al que han asistido unas 200 personas, es una de las actividades paralelas del Salón Internacional de Turismo de Cataluña, que desde hace unos años, afirma Delgado, está apostando por la especialización en turismo cultural.

'El pasado fue uno de los mejores años del turismo en Cataluña y España, pero todos sabemos que esto ha sido así debido a los problemas de las otras zonas competidoras en el Mediterráneo, bien por conflictos bélicos o por problemas internos, como el fundamentalismo', señaló Joan Vidal i Gayolà, presidente del Centro de Promoción de la Cultura Popular de la Generalitat. 'No podemos tener una oferta exclusiva de sol y playa porque en esto tendremos en el futuro muchos competidores, y a precios más competitivos'.

Love parade

Este es el criterio, aunque hay muchas maneras de aplicarlo. Vidal i Gayolà, que apuesta por 'fidelizar' al turista de la mano de la cultura popular y las actuaciones folclóricas para los turistas, se coló -no estaba en el programa- en una mesa de debate sobre festivales en la que la estrella era William Röttger, uno de los responsables de la Love Parade de Berlín, que el pasado año convocó a 1,3 millones de personas. Según explicó Röttger, esta fiesta de música electrónica, baile, 'amor y tolerancia', genera para la ciudad unos 250 millones de marcos alemanes (unos 21.250 millones de pesetas) en un solo fin de semana, por lo que, señala, 'le interesa mucho a la ciudad'. El festival es gratuito para los asistentes, y la organización -que tiene un presupuesto de unos 170 millones de pesetas- deja que sea 'el mercado' el que ofrezca los viajes, el alojamiento, la comida y el resto de necesidades a los asistentes.

'No dispongo de cifras concretas sobre el impacto económico de los festivales, pero puedo decir que la mayoría de hoteles y restaurantes alrededor de la Schubertiada de Vilabertran ponen el cartel de completo cuando hay buenas actuaciones', afirmó Jordi Roch, presidente de Juventudes Musicales de España. Roch realizó un análisis de los distintos festivales de música que proliferan en toda Europa y aprovechó la ocasión para hacer una llamada a sus programadores para que apuesten más por la creación contemporánea ya que, aseguró, deben tener también una vocación pedagógica y cultural además de la puramente lúdica.

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