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Reportaje:GASTROENTEROLOGÍA

El 90% de los cánceres de esófago se diagnostica tarde

El consumo excesivo de alcohol y el tabaquismo son dos importantes riesgos del cáncer de esófago, un tumor que en el 90% de los casos es detectado cuando se encuentra en fases avanzadas. A estos factores hay que añadir el reflujo gastroesofágico, que se caracteriza por un fallo en los mecanismos valvulares que mantienen el contenido gástrico en el estómago, así como el esófago de Barret, un estado precanceroso en el que las células se ven alteradas por una lesión crónica y sustituyen el revestimiento escamoso normal del esófago.

'El síntoma más claro de reflujo gastroesofágico es la pirosis o el ardor. Pero debe tratarse de un síntoma muy frecuente, que se acompaña generalmente de anemia ferropénica. Esto no significa que cualquier persona que sienta ardor de estómago en alguna ocasión, como sucede a casi todo el mundo, padezca este proceso', advierte Miguel Pérez-Mateo, presidente de la Asociación Española de Gastroenterología (AEG).

El cáncer de esófago, que afecta a cinco de cada 100.000 personas, ocupa el quinto lugar entre los tumores malignos más prevalentes y uno de los primeros en cuanto a tasa de mortalidad. 'El gran problema de esta neoplasia maligna', dice Pérez-Mateo, 'es que apenas da síntomas y por ello la gran mayoría de los pacientes es diagnosticada cuando la enfermedad se encuentra en fases muy avanzadas, de ahí su mal pronóstico y su elevada letalidad. Menos de un 5% de los afectados sobrevive más de cinco años'.

Independiente de la dieta

Según Fernando Gomollón, vicepresidente de la AEG, este tumor, que suele aparecer a partir de los 40 o 50 años y no guarda relación con el tipo de alimentación, se manifiesta generalmente con dificultad para tragar o dolor proveniente de la parte de atrás del esternón.

El diagnóstico se confirma mediante radiografía, que se realiza tras la ingestión de un líquido que contiene bario y permite visualizar los tejidos esofágicos. También puede practicarse una endoscopia. Cuando en esta segunda prueba el especialista detecta tejido que parece anormal, el paciente debe ser sometido a una biopsia con el fin de confirmar al microscopio si hay presencia de células cancerosas.

Para Julio Panés, especialista del servicio de Aparato Digestivo del hospital Clínico Universitario de Barcelona, el tratamiento del cáncer de esógafo se realiza mediante extirpación del tumor y también con radioterapia y quimioterapia. La AEG, que ha emprendio un programa de elaboración de guías clínicas en colaboración con la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria, destaca la importancia de la comunicación entre el médico de atención primaria y el especialista en gastroenterología.

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