El 'bonachón' de potente zurda
Central zurdo de fortísima pegada. Vasco criado en la periferia de Barcelona. Estudiante de Empresariales. Hombre tranquilo. Comedor de buena mesa. Jugador de frontón en su tiempo libre. Formado en la cantera del Gramanet y desechado por el técnico del Alavés, Mané. Este es, a grandes trazos, Unai Vergara, de 24 años, el jugador más desconocido de los llamados por Camacho.
La vida de Unai se ha volteado en los últimos ocho meses. La fama, el dinero y el circo del gran fútbol le ha llegado de sopetón. Fichó en junio por el Villarreal, que acababa de subir a Primera; acudió a los Juegos de Sydney a última hora -tras una serie de lesiones de otros defensas-; logró la medalla de plata; se ganó la confianza de Víctor Muñoz, y... la llamada de Camacho.
'Unai es un bonachón, noble y bravo en el campo', lo define el que fuera su presidente en el Gramanet, Antonio Morales. 'Es seguro en defensa, va bien por arriba y tiene un gran desplazamiento de balón. Sabíamos que llegaría arriba, pero no tan rápido', completa Albert Càmara, su ex compañero en el club catalán.
En ese equipo jugó hace dos años de lateral derecho, de lateral izquierdo y de central. Marcó siete goles en su segunda campaña, casi todos de falta, soltando su tremenda pegada. De hecho, es la zurda de la Liga que más se aproxima en potencia a la de Roberto Carlos. Ha marcado tres goles en lanzamientos lejanos de falta, por cuatro del brasileño del Madrid. Pura dinamita.
Unai comenzó en el juvenil del Ferran Martorell, pasó al Sant Andreu y más tarde al Gramanet. Aunque antes sufrió una experiencia frustrante: estuvo a prueba en el Alavés y Mané lo rechazó. Regresó cabizbajo a La Grama y allí cuajó dos excelentes temporadas. Los ojeadores se lo disputaban. Finalmente lo fichó el Mérida por 30 millones y un compromiso: el 20% del traspaso posterior sería para La Grama. El Mérida lo traspasó por 300 millones al Villarreal, pero el club catalán no vio ni una peseta. Hacienda se cobró los 300 millones como parte de las deudas del Mérida. 'Queremos nuestros 60 millones más IVA', reclama ahora Morales, que acusa a la Federación española de negligencia por no haber avisado a tiempo de los talones de pago del Villarreal.
El caso es que Unai es el primer jugador del Villarreal convocado por la selección española absoluta. Antes ya fue el primer jugador olímpico. Precisamente a los Juegos acudió Unai de tapadillo: siempre a la sombra de Amaya -en el Atlético- y Marchena -en el Benfica-, ahora los ha adelantado a ambos por la izquierda.
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