Descongelación del 97

Ante la sorprendente sentencia que obliga al Gobierno a pagar a los funcionarios la descongelación del 97, quisiera decir lo siguiente:

Supongo que el tribunal que ha tomado dicha resolución no ha pensado en los miles de trabajadores que en esa fecha teníamos referenciada nuestra subida salarial a la de los funcionarios (porque trabajábamos en empresas semipúblicas o sostenidas con fondos públicos) y que, por tanto, fuimos congelados y congelados nos quedamos. Tampoco habrán pensado en los millones de trabajadores del sector privado que vieron cómo la congelación de los funcionarios supuso una disminución importante en sus expectativas de aumento salarial para ese año y la aceptaron, contribuyendo a la creación de empleo.

Los ilustres magistrados que han dictado tan curiosa sentencia, tras cuatro años, no pagarán los intereses de demora que han propiciado con su rápida decisión, pero sí los cobrarán si se ejecuta la sentencia.

Y Comisiones Obreras, fiel a su línea de defensa de los trabajadores, ha propiciado una situación en la que millones de currantes que no disfrutan de la estabilidad de los funcionarios y que, de rebote, se congelaron en el 97, tendrán que pagar con sus impuestos la descongelación de los empleos públicos. Esto es un gran servicio a la clase obrera.

Pero los que han batido el récord de despropósitos han sido los miembros de la oposición al Gobierno: ¿Acaso no congelaron los sueldos de los empleados públicos de las comunidades bajo su gobierno, o de las diputaciones, o de los ayuntamientos? ¿Por qué no subieron entonces los sueldos de los funcionarios de su competencia y sí reclaman ahora la subida, con atrasos?

¿Acaso no se dan cuenta de la hipoteca que supone esta decisión judicial para futuros gobiernos? ¿O es que no esperan gobernar nunca? Tal vez, por lo visto últimamente, esperarán gobernar en coalición con el Consejo General del Poder Judicial.-