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Trillo dice a los soldados que pedirá responsabilidades si la OTAN empleó armamento 'sucio' en Yugoslavia

Miguel González

El ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, prometió ayer, ante 300 soldados españoles destinados en Bosnia-Herzegovina, que el Gobierno no les ocultará nada y exigirá responsabilidades a la OTAN si se demuestra que existe relación entre el denominado síndrome de los Balcanes y el armamento utilizado por la Alianza Atlántica en la ex Yugoslavia. 'Si por parte de algún ejército aliado, con o sin conocimiento de la OTAN, se hubiera empleado algún arma que hiciera la guerra sucia, exigiríamos responsabilidades a tal ejército y a la Alianza', enfatizó el ministro. 'Si surgiera cualquier patología que pudiera tener relación con el armamento utilizado por la OTAN, este ministro no tendría ningún interés en ocultarlo. Al contrario, sería el primer interesado en exigir responsabilidades', agregó.

Flanqueado por el jefe del Estado Mayor de la Defensa, Antonio Moreno Barberá, y por el jefe del Estado Mayor del Ejército, Alfonso Pardo de Santayana, el ministro compareció ante una amplia representación de los 1.300 soldados españoles desplegados en Bosnia-Herzegovina en el abarrotado comedor de su base de Mostar. Tal vez estimulados por las apelaciones del ministro a su valor, los soldados le sometieron a un fuego graneado de preguntas. ¿Se mantendrá la transparencia si se demuestra que existe relación causa-efecto entre el uranio empobrecido y las enfermedades, o se apelará a la seguridad nacional y al secretismo?, cuestionó un soldado. ¿Por qué surge este tema diez años después de la guerra del Golfo? ¿No se llegó entonces a resultados concluyentes?, interpeló otro. ¿Existe algún riesgo en consumir alimentos de la zona?, remachó un tercero. ¿Cuándo nos van a subir el sueldo?, le espetó una joven militar, suscitando los aplausos de sus compañeros.

El ministro pudo comprobar que los soldados españoles no se muerden la lengua, especialmente si se les tira de ella. Si bien es cierto, como dijo Trillo-Figueroa, que los soldados están menos preocupados por su salud que por la alarma que las noticias de prensa han suscitado en sus familias, también lo es, como evidenciaron con sus preguntas, que no pecan de exceso de confianza.

La pasada semana recibieron la visita de dos médicos militares, quienes les aseguraron que no existe relación entre las patologías conocidas y los bombardeos con uranio empobrecido. Todavía no se les han realizado análisis de sangre y orina, aunque sí una encuesta, según la cual al 55,6% no le preocupa 'nada' este asunto.

Pese a ello, el ministro sólo se salió del interrogatorio de los militares, más comprometido que muchas ruedas de prensa y comparecencias parlamentarias, con tres promesas: la de no ocultarles nada sobre el síndrome de los Balcanes; la de elevar el sueldo a los soldados profesiones a partir del 1 de julio, sin duda la noticia mejor recibida; y la de revisar el acuerdo con una compañía telefónica que facilita las cabinas para que puedan hablar con España.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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