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SUCESOS - RESCATADOS 5 MARINEROS DE UN BARCO HUNDIDO EN GUARDAMAR

El fuerte viento deja como secuelas dos incendios forestales y diversos destrozos. El viento obliga al amarre de la flota pesquera de Alicante y causa pérdidas en los cítricos

El intenso temporal de viento, con ráfagas de hasta 120 kilometros a la hora, que en las dos últimas jornadas ha azotado a las comarcas valencianas ha puesto en jaque a los servicios de emergencias, especialmente a los bomberos. Aparte de los innumerables destrozos en la vía pública, caídas de árboles y cortes del suministro eléctrico, el fuerte viento causó dos incendios forestales, obligó al amarre de la flota pesquera de Alicante e, incluso, al cierre de las instalaciones del parque temático Terra Mítica de Benidorm.El primer incendio forestal se declaró en la noche del jueves en el término de Pedreguer (Marina Alta), informa Rosa Ribes. El fuego obligó a desalojar a unas 50 personas en la madrugada de ayer viernes de la urbanización Monte Solana como medida preventiva y ante el peligro de que las llamas alcanzasen las viviendas.

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El incendio se originó, al parecer, por la caída de un cable del tendido eléctrico, y se propagó con rapidez. El frente llegó a ser bastante extenso, lo que hizo temer por la seguridad de los residentes en la zona. Las llamas finalmente no llegaron hasta las casas y no hubo que lamentar tampoco daños personales. Ardieron más de 80 hectáreas de matorral y monte bajo y también una pequeña parte de pino.

El viento, que sopló en algunos momentos a 90 kilómetros por hora, contribuyó a la rápida propagación de las llamas, que se avistaban desde fuera del término de Pedreguer, e hizo que el incendio fuese mucho más espectacular. A primeras horas de la mañana de ayer, el fuego se dio por controlado, y más tarde fue totalmente extinguido, si bien permanecía un retén de bomberos en la zona ante la posibilidad de que se reprodujese.

El segundo fuego se declaró al mediodía de ayer en las inmediaciones de un vertedero en la localidad de Sella (Marina Alta). El fuego, controlado unas horas más tarde, arrasó una zona de cultivos y de pinar. El viento y la abrupta orografía complicaron las labores de extición.

Las fuertes ráfagas de viento que a lo largo de la jornada de ayer azotaron la provincia de Alicante obligaron al amarre de la flota pesquera de las poblaciones del litoral. El temporal a punto estuvo de originar una tragedia en Guardamar del Segura (la Vega Baja). Una embarcación de la piscifactoría Mar Torres se hundió a primeras horas de la mañana de ayer a una milla y media de la costa con cinco tripulantes. Los marineros fueron rescatados ilesos, aunque presentaban síntomas de hipotermia, por una embarcación deportiva de la misma localidad.

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El viento también ha causado daños en la agricultura, sobre todo en las variedades tardías de cítricos que debían de ser recolectadas. En una primera evaluación, la Unió de Llauradors i Ramaders ha estimado que el viento ha causado la pérdida de entre el 30 y el 50% de la cosecha citrícola en la comarca de la Marina Alta.

Las comarcas que con mayor intensidad sufrieron los efectos del temporal de viento fueron las de la Marina Alta y Baixa. En la primera, las fuertes rachas causaron desperfectos en la mayoría de las poblaciones. El suceso más significativo ocurrió en la localidad de Benissa, donde las constantes acometidas del viento acabaron por arrancar una parte del techo del polideportivo Palau Sant Pere, informa Ernest Parra. En Calp, uno de los techos de chapa de una gasolinera ubicada en el casco urbano, también fue arrancado a consencuencia del viento. La estación de servicio fue cerrada al público como medida preventiva mientras los técnicos reforzaron el resto de la superficie.

En la marina Baixa, fue Benidorm la población más afectada por el viento. Allí, una grúa de grandes dimensiones de una obra cayó al suelo sin que se registraran heridos y un vehículo policial, sin ocupantes, resultó dañado al ser alcanzado por una valla publicitaria.

Mientras, en la ciudad de Alicante los bomberos tuvieron que realizar más de un centenar de servicios para atender los daños ocasionados por el temporal, en general desprendimientos de cornisas y vallas publicitarias. En esta ciudad una mujer, de 59 años, resultó herida leve al caerle sobre la cabeza una chapa metálica cuando caminaba por Gran Vía.

En Valencia, el fuerte viento obligó a los bomberos a realizar una docena de servicios por la noche y 52 a lo largo del día de ayer, informa Lydia Garrido. El incidente más importante se registró pasadas las cinco de la madrugada cuando se desplomaron entre 20 y 24 metros de uno de los muros laterales del edificio de la Beneficència. Tras la inspección técnica, parece que el resto de los muros no presentaba riesgo de caída por efecto del viento. El resto de servicios, tanto de bomberos como de la Policía Local de Valencia, fueron por caídas de árboles, algún andamio y persianas que amenazaban con desplomarse.

Las consecuencias del temporal en Castellón fueron solventadas, en su mayor parte, por los bomberos del parque municipal de La Plana y del consorcio provincial, informa María Fabra. En L'Alcora fue necesario retirar unas planchas de aluminio del techo de una gasolinera, ante el riesgo de que cayera por la acción del viento. Pinos, chopos y palmeras obstaculizaron caminos y crearon problemas al caer torretas y cables eléctricos, como ocurrió en Nules y Vila-real.

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