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Barberá desestima actuar sobre el tráfico de drogas en la Malva-rosa

Los vecinos del barrio de la Malva-rosa tomaron ayer la palabra en la sesión del último pleno del año. Durante los tres minutos de su intervención, retrataron la situación de degradación que padece la zona como conscuencia del tráfico de drogas. A pesar de ello, y de que el PSPV y Esquerra Unida presentaron una moción para actuar sobre el problema, el equipo de Gobierno municipal desestimó las propuestas y los vecinos se marcharon del Consistorio con la sensación de "haber sido objeto de una burla".

"La situación que tenemos en el barrio es un reflejo de la desconsideración de las autoridades locales hacia unos ciudadanos que poseen los mismos derechos que cualquier otro. No nos consideramos ciudadanos de segunda". Con este tono reivindicativo inició el tío Pepe (miembro de la ejecutiva de la asociación de vecinos de la Malva-rosa) la lectura del manifiesto para exponer ante el pleno municipal la situación que vive el barrio y solicitar unas intervenciones mínimas para mejorarla.La descripción sobre la Malva-rosa incidió en la ausencia de agentes de la policía local en las inmediaciones de los centros educativos para evitar los accidentes de tráfico que se provocan por la actuación de los traficantes; en la falta de luz y de semáforos en algunas calles; en la existencia de zonas sin urbanizar; y en la señalización de lugares que se han convertido en focos de suciedad.

Tras ello, y en consonancia con la moción presentada por Ana Noguera, portavoz socialista, y de Antonio Montalbán, de Esquerra Unida, los vecinos reclamaron un foro para debatir sus problemas, mayor presencia policial, políticas de prevención contra la droga y actuaciones urbanísticas que mejoren el barrio. La intervención del concejal Jorge Bellver en nombre del equipo de Gobierno dio al traste con las aspiraciones vecinales. Según él, las reivindicaciones son "legítimas y comprensibles" pero ya se está trabajando sobre ellas y, por tanto, "no ha lugar la moción presentada por la oposición".

Eran las cuatro de la tarde cuando se dio el pleno por finalizado. Los vecinos abandonaron el Consistorio con una sensación, según Lolín Crespo, también de la Asociación, "de haber sido objeto de una burla, somos la cruz de la ciudad".

En la sesión de ayer, el pleno municipal aprobó por mayoría los presupuestos municipales para 2001, más de 100.000 millones de pesetas, y los usos del llamado Balcón al Mar.

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