Amenaza de Domingo
En una mesa redonda celebrada el 5 de diciembre y en posteriores declaraciones a la prensa, el cantante y ocasional director Plácido Domingo denunció lo que para él era una "conspiración" de la prensa en su contra. Todo ello venía provocado por las unánimes críticas negativas hacia su dirección musical de La Traviata en el Teatro de la Maestranza de Sevilla, contradiciendo así sus manifestaciones de hacía sólo unos días en las que se reconocía abierto a las críticas hacia su labor. Para mayor abundamiento, el señor Domingo ha dejado caer la amenaza de no volver a cantar en Sevilla ante el mal trato que le depara la crítica musical de esta ciudad. Con tal actitud, el tenor madrileño demuestra que su capacidad de autocrítica es inversamente proporcional al tamaño de su ego, pues no es de recibo venir a Sevilla con actitud chulesca y de salvador del prestigio de nuestro teatro, pensando (con mentalidad casi colonialista), que bastante satisfechos deberíamos sentirnos por dejar que su nombre aparezca internacionalmente unido al de nuestra ciudad como para que encima le pidamos que haga bien las cosas. Habría, además, que recordarle que no se debe amenazar en vano, pues ya tras su criticada gestión de la temporada lírica de la Expo'92 anunció que no volvería más por Sevilla y aquí lo tenemos (y tendremos) de nuevo.Ya estamos curados de espanto en este país de supuestas conspiraciones y contubernios. Señor Domingo: en vez de amenazar y despreciar a la prensa, mejor haría en ser un poco más exigente consigo mismo y en reconocer que todos tenemos nuestras limitaciones. Es una verdadera lástima que su desmedida ambición y afán de protagonismo corra tan a menudo en contra de su propio prestigio. Por otra parte, los responsables del Maestranza deberían considerar mejor la necesidad de mantener un nivel de exigencia musical como hasta ahora.- Andrés Moreno Mengíbar. Sevilla.
