"Fuimos a remolque por culpa de seis minutos fatídicos"

"Vimos el vídeo de un partido del Boca en La Bombonera", dijo Roberto Carlos después del partido y sin ocultar su crispación; "vimos cómo jugaban con los errores del contrario. Vimos que jugaban al contragolpe, aprovechando la velocidad de Delgado y la fuerza de Palermo. En ese partido, Riquelme daba un pase largo que terminaba en gol, creo que de Delgado. Nos han hecho lo mismo. El segundo gol fue igual al que vimos en el vídeo. Lo sabíamos. Y cometimos un error que, definitivamente, nos complicó el partido. En ese gol estuvo la clave de la derrota".Los errores de la defensa, de Hierro, Karanka y, sobre todo, de Geremi, desbarataron toda la esperanza del Real Madrid. Sus jugadores maldijeron esos seis primeros minutos, pero evitaron señalar a los culpables. Como Figo y Raúl, se limitaron a insistir en que dos "errores puntuales" les habían hundido, en referencia clara a la internada de Delgado, ganando la espalda de Geremi, en el primer gol y al pase largo de Riquelme, que remató Palermo, en el segundo. "Aparte de esos dos fallos, yo creo que hemos sido superiores. Pero ahora no es el momento de analizar nada", concluyó Roberto Carlos.

El brasileño fue el único jugador blanco que pareció revolverse contra la adversidad. Resultó el mejor de su equipo. Battaglia, centrocampista del Boca, confesó que hubo una razón táctica que dio ventaja al madridista: "Ni Ibarra ni yo nos decidimos a marcarle. Yo me ocupé de McManaman. Pero Roberto Carlos encontró muchos espacios por su banda. En ninguno de los vídeos del Madrid que vimos se sumó tanto al ataque. No lo teníamos previsto".

Jugar al contragolpe

Para el director general deportivo del Madrid, Jorge Valdano, la defensa del Madrid creyó que Delgado estaba en fuera de juego en el primer gol. "Fueron seis minutos fatales porque, con el resultado a favor, el Boca es un rival que sabe jugar al contragolpe. En el primer gol, la defensa confió en la posición adelantada de Delgado y eso la descolocó", dijo; "en el segundo, el banquillo del Boca saltó como si lo hubieran metido en el minuto 90. Sabían que el partido estaba casi ganado. Después hemos impuesto nuestra superioridad técnica, pero el fútbol ha sido discontinuo por ambos equipos y el Boca es un especialista en interrumpir y manejar los partidos".El vestuario del Boca temblaba de alegría después del partido. Un revoltijo de jugadores y técnicos saltaba entonando cánticos en medio del vapor cuando apareció Fernando Hierro, el capitán del Madrid, cariacontecido, para felicitar a sus vencedores. A unos metros de la puerta, Helguera se agarraba la cabeza, recostado contra la pared. Los perdedores debieron soportar la felicidad de los que alzaron la Copa a menos de un palmo de distancia.

"Riquelme, Palermo y Delgado han ganado el encuentro y el resto ha trabajado bien en la defensa", ponderó Raúl; "cometimos dos errores y hemos ido a remolque. Y, cuando vas a remolque, las imprecisiones se multiplican. Aunque ya hemos perdido dos títulos , esta temporada somos más regulares en nuestro juego".

Especialmente incómodo se le notó a Raúl al hablar del viaje de regreso. Otras 20 horas de aviones y aeropuertos y con un mal recuerdo saturando la cabeza. "Cuando terminó el partido, me encontré lo previsto: un vestuario triste y desilusionado. Después de un desplazamiento tan largo, a todos nos apetecía volver con el título".