Crisis de pareja en Álava
El Partido Popular y los socialistas han vivido unos meses de idilio en Álava. Los presupuestos de este año en la Diputación y el Ayuntamiento de Vitoria se han aprobado, aunque con retraso, gracias a un acuerdo global entre los dos partidos. Sin embargo, se avecinan tiempos más difíciles en la relación. El Gobierno foral del popular Ramón Rabanera debe presentar su proyecto ante las Juntas Generales antes del próximo día 15, es decir, tiene un plazo de una semana. De nuevo, el PP se ha arrimado a los socialistas. Sin embargo, la predisposición no es recíproca.
Para comenzar, el PSE esgrime el presupuesto de este año. Advierte de que en ningún caso negociará el próximo si las líneas maestras del proyecto en curso no se materializan. Y en diversas asignaturas, los socialistas suspenden al Ejecutivo en minoría del PP y UA. El aspecto más reclamado ahora por el PSE es el peaje social de la A-68. El compromiso consistía en abaratar para los alaveses los viajes por la autopista que une Vitoria y Bilbao. Los socialistas aseguran que aún no se ha dado ningún paso y no creen una excusa válida el que la empresa propietaria de la concesión haya cambiado de manos en los últimos meses. Además, los socialistas suspenden a sus socios en materia de infraestructuras.
A pesar de que sólo queda una semana para un posible acuerdo previo al debate de los presupuestos -si es que, como se espera, el Gobierno de Rabanera presenta el proyecto-, no hay, ni mucho menos, avances en la negociación entre PP y PSE. Al contrario, sólo se aprecian signos de distanciamiento.
Una buena referencia es el caso reciente del Ayuntamiento de Vitoria. Los socialistas se han enfrentado al PP y han rechazado su proyecto de ordenanzas fiscales, que puede considerarse la antesala de los presupuestos municipales.
El distanciamiento puede afectar a las Juntas Generales. Y allí, al margen de los socialistas, Rabanera no puede buscar otros apoyos. La última experiencia de acercamiento con el PNV le costó cara. En la Diputación, el PP se prepara para la posibilidad de una nueva prórroga, aunque sólo sea por unos meses.
