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La narcosala de Las Barranquillas abrirá 24 horas a partir de enero

La narcosala para toxicómanos de Las Barranquillas (Vallecas Villa) abrirá 24 horas diarias a partir de enero. Así lo anunció ayer el presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, que visitó este dispositivo junto a los alcaldes de Madrid, José María Álvarez del Manzano, y de Lisboa, João Soares. Álvarez del Manzano alabó el "extraordinario trabajo social y médico" de este servicio, al que hace un año era reacio.

El primer edil lisboeta visitó la narcosala para estudiar la posibilidad de abrir una en su ciudad. A Soares le extrañó que en Madrid exista un lugar tan tercermundista como el poblado marginal de Las Barranquillas y explicó que en Lisboa tienen también un "barrio de lata" , conocido como Casal Ventoso, convertido en un punto de venta y consumo de drogas.Con la apertura de la narcosala durante todo el día (ahora funciona de 8.00 a 22.00), la Agencia Antidroga pretende llegar a los numerosos toxicómanos que acuden al poblado marginal de Las Barranquillas por la noche o que malviven en él. El objetivo de este dispositivo abierto desde el 24 de mayo es acercar a la red asistencial a los drogodependientes más desarraigados. Para ello les ofrece atención social y sanitaria, jeringuillas y cabinas donde, bajo control médico, pueden inyectarse drogas, en lugar de hacerlo en descampados. En estos cinco meses son 1.270 los drogodependientes que han pasado por esta sala para intercambiar jeringuillas, recibir información o inyectarse. Las 10 cabinas de venopunción se han utilizado en 2.633 ocasiones.

28 drogodependientes al día

En julio se pinchaban en este recinto una media de 28 drogodependientes diarios; esa cifra bajó a 15 en agosto, y en septiembre, según la Agencia, ha vuelto a subir, aunque sin alcanzar el nivel de julio. Se han atendido 31 sobredosis y 37 intoxicaciones y se ha derivado a 52 usuarios a otros servicios asistenciales.Antes de fin de año, junto a la narcosala se instalará el centro de urgencia para toxicómanos que ahora funciona en el poblado de La Rosilla, casi desmantelado. En él los drogodependientes pueden comer caliente, ducharse y recibir atención médica y social.

Esta semana el equipo de la sala contará también con un vehículo todoterreno para llevar hasta ella a los toxicómanos, que ahora deben recorrer a pie el kilómetro que separa este servicio de los puntos de trapicheo. En 2001 la atención se completará con la apertura de un albergue para los adictos que malviven en Las Barranquillas. En enero, a los 25 médicos, enfermeros y trabajadores sociales de la narcosala se sumarán seis más para poder ampliar el horario, lo que encarece el proyecto en 36 millones. En 2001 este servicio gestionado por la empresa Centro de Orientación, Consultas y Apoyo Social costará 223 millones.

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