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Aznar se empareja con Blair como modelo para la UE

Enric González

España posee una de las economías más abiertas y liberalizadas de la Unión Europea (UE), afirmó ayer el presidente del Gobierno, José María Aznar, ante la Asociación de Política Exterior de Nueva York. Aznar se comparó con el primer ministro británico, Tony Blair, con quien se situó en el bando de quienes "defienden la modernización", contra quienes "sienten temor y defienden la fosilización y el proteccionismo". Según Aznar, la UE debe seguir los modelos británico y español y no "mitificar un modelo económico y social de hace treinta años". "No sé si la actual economía es realmente nueva. Pero sí sé", declaró, "que en Europa el desarrollo de las nuevas tecnologías no se ha visto frenado por un bajo nivel técnico o de capacitación, sino por el dirigismo estatal y por la fragmentación del mercado". "Tenemos que mejorar", dijo, refiriéndose a la UE. "Tenemos que reformar, por ejemplo, el sistema de protección social, por que de lo contrario no será sostenible", agregó.

Ante un auditorio de especialistas estadounidenses, el presidente del Gobierno español aseguró que el euro había sido "un acierto y un éxito", porque expresaba "un fuerte compromiso político entre los europeos" y había estabilizado las economías que habían renunciado a su moneda a favor de la divisa común. "El euro", consideró, "obliga a una mayor integración política y a tener una representación económica en el exterior prácticamente única". Pero matizó que eran imposibles "unos Estados Unidos de Europa", porque eso significaría ignorar muchos siglos de historia.

Aznar defendió la globalización y criticó a sus oponentes, de los que dijo que carecían de alternativas. Admitió, sin embargo, que protestas como la registrada en Seattle contra la Organización Mundial de Comercio reflejaban una preocupación legítima: la falta de representatividad democrática de las organizaciones transnacionales.

La víspera, Aznar se entrevistó con el presidente de Irán, Mohamed Jatamí, en una reunión calificada de "inusualmente cordial" y que concluyó con un acuerdo: el presidente del Gobierno español viajará a Teherán los días 23 y 24 del próximo octubre. "En este tipo de reuniones todo el mundo invita a todo el mundo; lo raro es que se concreten fechas y que el tono sea tan amigable como el que mantuvieron Aznar y Jatamí", explicó una fuente diplomática española. Jatamí se declaró enamorado de España, y afirmó que Aznar era "el más oriental de los dirigentes europeos".

Además de pactar la visita a Irán, que se celebrará al regreso de una gira por Vietnam y Corea del Sur, José María Aznar mantuvo otros encuentros bilaterales. Conversó con el presidente de Micronesia, Leo Falcan, y llegaron a un compromiso: España trasladaría a la Unión Europea la gran preocupación del archipiélago pacífico por el cambio climático, y a cambio Micronesia apoyaría la candidatura española a ocupar una silla en el Consejo de Seguridad a partir de 2002. El mismo compromiso de apoyo fue obtenido del presidente de Yemen. Aznar también se entrevistó ayer con el presidente chileno, Ricardo Lagos; el primer ministro de Canadá, Jean Chrétien; el presidente de Venezuela, Hugo Chaves; y el presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang.

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