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El Gobierno de UPN da el primer paso para reformar el Amejoramiento

Sistema simplificado

El presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, ha asegurado que la reforma del sistema de elección de presidente de la Comunidad Foral, pactada por UPN con los socialistas y aprobada ayer por el Ejecutivo foral en su primera reunión de trabajo tras las vacaciones, gozará con un "amplio respaldo" parlamentario. El Gobierno regionalista ha dado el primer paso de la fase final de ratificación parlamentaria del largo proceso que conducirá a la modernización del sistema de elección presidencial. Desaparece la elección automática como presidente navarro del candidato de la lista más votada y se regula la disolución de la Cámara en el caso de que ningún candidato obtenga la mayoría simple que le posibilite gobernar. Además, la reforma del Amejoramiento del Fuero en sus artículos 29 y 30, la primera que sufre la ley desde su aprobación en 1982, introduce la capacidad condicionada del presidente del Gobierno de Navarra de disolver anticipadamente el Parlamento foral y convocar nuevas elecciones. Esa opción no podrá ser ejercida durante el primer periodo de sesiones, ni cuando reste menos de un año para terminar la legislatura. Tampoco cuando se encuentren convocadas las elecciones generales o esté en curso una moción de censura.

La reforma del farragoso sistema de elección de presidente era una reivindicación histórica de los partidos de la oposición que fue finalmente acordada con el Gobierno de José María Aznar el 9 de diciembre de 1999. También el Consejo de Ministros deberá aprobar los cambios y remitirlos a las Cortes para su sanción, dado el carácter de ley paccionada con el Estado que tiene el Amejoramiento del Fuero. La reforma incluye otras modificaciones pactadas por UPN con una comisión de dirigentes del PSN. Entre ellas destaca que a partir de ahora el presidente de Navarra deberá ser elegido de entre los miembros del Parlamento foral y no podrá ser nombrado nadie ajeno a la institución legislativa, posibilidad que sí existía antes.

El sistema de votaciones se simplifica al máximo. Una primera con exigencia de mayoría absoluta y una segunda, 24 horas después, con mayoría simple. Si treinta días más tarde ningún candidato ha obtenido las mayorías requeridas, el Parlamento queda disuelto y se convocan nuevas elecciones.Los cambios tienen la garantía de obtener la mayoría absoluta de la Cámara con los votos de UPN y los socialistas (33 de los 50 parlamentarios). "¡Ojalá tuviera el apoyo de los 50 escaños!", deseó ayer Sanz. Las discrepancias más importantes de los partidos de la oposición se refieren al hecho de que, una vez disuelto el Parlamento por la causa que fuere, el mandato del nuevo queda reducido en el tiempo, al estar sometido a los periodos electorales prefijados por el Estado para las elecciones autonómicas y municipales, lo cual, a juicio de diversos partidos, lesiona la capacidad de autogobierno de Navarra.

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