INCAUTADO UN 'PICASSO' EN TURQUÍA
El tercero en tres meses
La policía de Sanliurfa, al sureste de Turquía, anunció ayer que se ha incautado de un cuadro de Picasso robado. De confirmarse su autenticidad, se trataría de la tercera obra del pintor malagueño que se rescata de manos de los traficantes en Turquía en menos de tres meses.El cuadro -titulado, según la agencia oficial de prensa turca, Portrait de jeunes femmes (Retrato de mujeres jóvenes)- fue incautado en una operación en la que colaboraron diversos cuerpos de la policía turca. Unos detectives se hicieron pasar por compradores y acordaron pagar 50 millones de dólares (algo más de 9.000 millones de pesetas) por el cuadro, supuestamente pintado en 1903. La operación concluyó con la detención de diversos sospechosos.
Todavía no hay datos acerca de la autenticidad del lienzo incautado pero, de confirmarse su autoría, sería el tercer picasso recuperado en Turquía en lo que va de verano, uno de ellos presumiblemente robado de un palacio kuwaití durante la ocupación del emirato durante siete meses por las tropas iraquís.
En la operación en que se recuperó el último de los lienzos robados, el pasado seis de junio, la polícia detuvo a una banda de traficantes formada por cuatro ciudadanos turcos y dos de origen sirio. Los traficantes pedían 6,5 millones de dólares (cerca de 1.200 millones de pesetas) por el óleo del pintor titulado La fermière (La granjera), datado en 1908.En aquella ocasión, aunque tampoco había denuncias registradas en la Interpol sobre su desaparición, fue cuando se dijo que el lienzo había sido robado en 1990, durante la invasión iraquí de Kuwait. Un grupo de expertos determinó, días más tarde, la autenticidad del óleo y de la firma que Picasso rubricó en él, aunque no pudo precisar el posible precio de la obra en el mercado. Sin embargo, el Gobierno ruso hizo saber a Turquía, a finales de junio, que el verdadero La fermière colgaba de las paredes de un museo de San Petersburgo.
Los dos cuadros incautados en junio, La fermière y Dora Maar, se entregaron al Ministerio de Cultura turco, desde el cual se aseguró que se devolverían a su legítimo dueño si se aportan pruebas definitivas sobre su propiedad.
