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Siete muertos y 53 heridos al estallar una bomba en un paso subterráneo del centro de Moscú

Al menos siete personas, cinco mujeres y dos hombres, murieron y 53 tuvieron que ser hospitalizadas a consecuencia de una explosión, presumiblemente causada por una bomba, que sacudió ayer en la tarde el centro de Moscú. El ministro del Interior, Vladímir Rushailo, ordenó revisar urgentemente todos los pasos subterráneos de la ciudad, ya que la explosión ocurrió en el de la plaza Pushkin. La noticia ha provocado un gran nerviosismo entre la población de Moscú, que todavía tiene fresca en su memoria la ola de atentados del año pasado, donde murieron cerca de 300 personas.

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Reunión de urgencia

Yuri Luzhkov, el alcalde de Moscú, no tiene dudas: "Se trata de un acto terrorista", declaró después de llegar al lugar de la tragedia. Luzhkov cree que "este nuevo atentado" fue organizado por extremistas chechenos, que desearían vengar la derrota sufrida en el Cáucaso del Norte. El Kremlin también culpó a los chechenos de las explosiones del año pasado. Por su parte, el presidente independentista checheno, Aslan Masjádov, negó toda implicación en los hechos: "Ni las fuerzas regulares chechenas, ni los servicios especiales, ni los responsables de la guerra tienen algo que ver con al explosión".Fuentes policiales aseguraron haber encontrado una bomba sin detonar en otra de las bocas del paso subterráneo de la plaza Pushkin, lo que viene a probar, al menos indirectamente, que la explosión no ha sido casual, sino provocada. La policía elaboró el retrato robot de dos hombres jóvenes de aspecto caucásico a los que considera sospechosos del atentado.

Testigos de la tragedia dibujaron un cuadro horrible inmediatamente después de la deflagración: heridos ensangrentados que subían tambaleándose por las escaleras del paso subterráneo, seguidos por personas con la ropa chamuscada y quemaduras en las manos y la cara. Las ambulancias comenzaron a llegar a los pocos minutos, y media hora después ya había 35 vehículos de socorro en la plaza. Algo más tarde arribaron los coches de bomberos, ya que la explosión provocó un incendio en el paso subterráneo. La imagen más dantesca la ofrecían cuatro cadáveres calcinados: permanecieron tendidos en el lugar durante unas cuatro horas. La plaza Pushkin fue bloqueada por agentes del Servicio Federal de Seguridad. La policía y los servicios secretos han lanzado una operación especial para revisar no sólo los pasos subterráneos, sino también las tiendas, restaurantes, mercados, discotecas y todo lugar público.

El presidente ruso, Vladímir Putin, se reunió urgentemente con los jefes de los llamados ministerios de fuerza: Ígor Serguéyev, titular de Defensa; Vladímir Rushailo, del Interior; Serguéi Shoigú, ministro de Situaciones de Emergencia, y Vladímir Prónichev, vicedirector del Servicio Federal de Seguridad. Esta reunión, de la que salió un Estado Mayor que coordinará las investigaciones, demuestra que los dirigentes rusos también temen, como gran parte de los moscovitas, que la explosión pueda ser el comienzo de una ola de atentados.Las heridas de los hospitalizados hacen pensar a algunos médicos que el artefacto era una bomba de fabricación casera rellena con clavos, tuercas y otros pequeños objetos metálicos. En un primer momento los especialistas no excluían que la explosión pudiera haber sido causada por balones de gas que usan los vendedores de los quioscos que abundan en el paso subterráneo de la plaza Pushkin, pero a última hora de ayer los servicios secretos descartaron esta posibilidad y la Fiscalía abrió un caso criminal por "terrorismo".

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