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Los aparatos y los agentes internos

El estudio realizado por Anselm Bodoque analiza el reparto de los votos que se registró en las elecciones primarias convocadas por los socialistas y relaciona los resultados obtenidos por los candidatos federales -Joaquín Almunia y José Borrell- con los conseguidos por los aspirantes autonómicos -Joan Romero, Antoni Asunción y Clementina Ródenas- para llegar a una clara conclusión: tomadas las 24 circunscripciones en las que se divide el PSPV, el análisis de los resultados revela que en las agrupaciones en las que Joaquín Almunia resultó vencedor en las primarias federales, el voto en las primarias autonómicas fue mayoritariamente para Clementina Ródenas y Asunción, y, en muy pocas ocasiones, para Romero. Por contra, donde ganó Borrell en las federales, fue Romero el que triunfó en las autonómicas, con Asunción en segundo lugar y Ródenas de forma ocasional.Bodoque explica en su investigación que el peso de los aparatos y de los agentes internos tuvo mucho que ver en este sentido. Así, respecto a las primarias autonómicas, señala que existe una correspondencia muy alta entre los avales obtenidos por los candidatos en las diferentes agrupaciones y el número de votos que finalmente consiguieron en cada una de ellas. "Donde un candidato obtuvo muchos avales, también consiguió muchos votos", señala. Esto se cumple en 19 de las 24 agrupaciones socialistas valencianas: una señal inequívoca de que los aparatos funcionaron a toque de corneta y de que condicionaron el resultado final.

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Y es que, a diferencia de las primarias federales, en las que, según Bodoque, Borrell arrastró el voto de la ilusión y de los no encuadrados, en las autonómicas ninguno de los tres candidatos generó esa ilusión, de manera que las votaciones estuvieron más condicionadas por el peso de los respectivos aparatos y de los seguidores de cada uno de ellos en las diferentes agrupaciones comarcales.

El estudio pone así de relieve las contradicciones de un sistema improvisado que, además, se estableció sólo para aquellas federaciones en las que el PSOE no gobernaba, "dando a entender que el único mecanismo de cambio de candidatos y de renovación de las élites internas, en estas ocasiones, es la derrota electoral o la decisión de las cúpulas del partido, conformando así dos sistemas diferentes de elección interna de candidatos".

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