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Biarritz acoge una gran exposición que repasa tres milenios de la cultura del Perú precolombino

La historia de los Andes tiende a identificarse con la civilización inca, que no es sino la manifestación más descollante de un proceso de evolución cultural que comenzó hace tres milenios. El Festival de Cine y Culturas de América Latina de Biarritz, La Cita, propone ahora un viaje en el tiempo para conocer más de cerca, a través de sus vestigios, las culturas que se desarrollaron en Perú entre el II milenio antes de Cristo y la conquista española del siglo XVI. La exposición Perú Milenario ilustra este periodo de la historia con 310 obras, entre cerámicas, joyas, esculturas o tejidos.

La muestra, que permanecerá abierta hasta el 1 de octubre, constituye un espejo de excepción del arte prehispánico peruano, narrado a partir de 15 civilizaciones como la Chavin, la Paracas, o la Chimu, que escribieron aquel periodo de la historia. Las piezas testimonian una forma de vida, dan pistas sobre el entorno en el que evolucionaron los pueblos costeros del desierto o los Andes y retratan su manera de vivir la sexualidad o su forma de entender la guerra. Las condiciones naturales, favorables para la conservación de los vestigios, permitió que hace 70 años se recuperara de las tumbas no sólo objetos de piedra o cerámica, sino también tejidos que han sobrevivido al paso del tiempo, explicó el director del Museo Arqueológico Rafael Larco Herrera de Lima, Andrés Larco. Así puede verse una túnica chimu, fechada entre el 1000 y el 1460 A. C., o un tejido huari de asombroso colorido (600-1000 D. C.).

La visita a la exposición se estructura de modo cronológico y en cada espacio un mapa, un gráfico y varios textos permiten que el espectador se sitúe en el tiempo y el espacio. Conocerá así, en El periodo formativo, la emergencia de los primeros centros urbanos (1800-2000 A. C.) y la cerámica de color pardo y negruzco que la civilización Cupisnique hizo a base de incisiones. En todo el recorrido llama la atención la obsesión de aquellas culturas por las vasijas y botellas, también en el periodo denominado Las culturas regionales; las grandes civilizaciones costeras. La Nasca (300 A.C.-600 D. C.) retrató los rostros reales de sus guerreros en piezas con forma de botellla, al igual que el pueblo mochica plasmó sin complejos el sexo u otras escenas íntimas en estas vasijas. Una luz ténue alumbra por ejemplo una botella que muestra el momento del parto de una mujer.

Peru Milenario exhibe también pendientes realizados con turquesas, collares de oro, vasijas zoomorfas de plata, flautas, tambores o morteros con cabezas de felinos que aluden a la religiosidad de los peruanos de entonces. Se recorre así la historia del primer estado andino, Huari y la época de las confederaciones y pequeños estados independientes (1000-1400 D. C.), hasta concluir con la conquista de la civilización inca, que se impuso a otros pueblos, gracias a una política de alianzas (de 1200 y al 1533 D. C.).

Las piezas de la exposición pertenecen a los fondos del Museo del Banco Central de Reserva del Perú, al Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia y al Museo Arqueológico Rafael Larco Herrera, y están aseguradas en 10 millones de dólares.

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