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Los zapatistas no boicotearán las elecciones mexicanas

Juan Jesús Aznárez

El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), sublevado en el Estado de Chiapas hace seis años, no obstaculizará las elecciones presidenciales del próximo domingo, permitirá la instalación de las urnas en las zonas bajo su influencia y no cometerá actos de sabotaje contra las instalaciones electorales, votantes o funcionarios del Instituto Federal Electoral (IFE). El EZLN no insta a votar por un candidato determinado, pero el subcomandante Marcos marca la pauta al glosar el perfil de Cuauhtémoc Cárdenas, aspirante del Partido de la Revolución Democrática (PRD), de centro izquierda.La guerrilla zapatista no ha disparado un tiro desde el 12 de enero de 1994, pero su permanencia en las selvas de Lacandona impide la normalización política de México, un país de cien millones de habitantes que se dirige hacia las elecciones más reñidas de su historia. Según el último sondeo del diario Reforma, el 60% teme que haya conflictos si la victoria es por estrecho margen. Francisco Labastida, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y Vicente Fox, del Partido de Acción Nacional (PAN), disputan el primer puesto en las encuestas, con un empate técnico, seguidos por Cárdenas, a aproximandante 20 puntos de distancia.

"Las bases de apoyo zapatistas votarán o no de acuerdo con su propia valoración. Las bases de apoyo votarán sin línea alguna y sin sanciones por su inclinación partidista", señala un comunicado firmado por Marcos, quien se manifiesta contra el voto útil y rechaza que el voto de la izquierda se sume a Fox porque las encuestas le sitúan como el único opositor que puede desbancar el PRI, en el poder desde 1929. Cárdenas, que el domingo abarrotó la principal plaza de México, El Zócalo capitalino, reiteró su negativa a renunciar en beneficio del candidato del PAN. Fox admitió en su último mitin que la victoria sobre el PRI será más difícil sin el apoyo de los perredistas.

La renuncia de Cárdenas

El jefe rebelde, que dirige una milicia con una escasa capacidad militar y volcada sobre el debate político, sostiene que la renuncia de Cárdenas significaría la desaparición de una opción electoral de izquierdas en la lucha por la presidencia. "No ignoramos que hay un debate sobre si Cárdenas o el PRD son de izquierda. Nosotros pensamos que son aún parte de la izquierda, con todos los matices y críticas que se puedan proponer". Eliminada la opción izquierdista, se pregunta el dirigente zapatista, "¿qué opción queda para millones de mexicanos que tienen la esperanza y el esfuerzo apostados por el cambio social profundo? ¿La abstención? ¿La guerrilla?".

"La campaña del ingeniero Cárdenas es algo más que una campaña por la silla presidencial", prosigue. "Es para millones de mexicanos y mexicanas, el argumento de que se puede ser de izquierda y luchar por los cambios sin tener que irse a la clandestinidad, a la ilegalidad, a la lucha armada".

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