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El Museo de Bellas Artes de Bilbao exhibe los retratos de sus colecciones

VIENE DE LA PÁGINA 1 El Museo de Bellas Artes ha reunido los retratos de sus colecciones en una exposición para presentar tres obras de reciente adquisición: Ofelia, de Frank Dicksee (Londres, 1953-1928), un Autorretrato de Francisco Iturrino (Santander, 1864-Cagnes sur Mer, 1924) y Dama ante el espejo, de Darío de Regoyos (Ribadesella, 1857-Barcelona, 1913). La selección, compuesta por una cincuentena de obras de pintura española y europea, no pretende ofrecer una visión exhaustiva de la evolución histórica del género, sino proponer un recorrido por la forma en la que está presente en sus fondos.

La exposición de retratos está ubicada en la sala BBK, en la planta baja del ala moderna del museo, a la que el público llega ahora directamente atravesando el nuevo vestíbulo desde la recién inaugurada plaza Eduardo Chillida. La muestra estará abierta hasta el 27 de agosto.

La exposición se abre con el Felipe II, de Antonio Moro, datado a mediados del siglo XVI, "en el origen del retrato como género autónomo", según explicó el director del museo, Miguel Zugaza. La trayectoria cronológica de la exposición llega hasta la primera mitad del siglo XX, con las propuestas de Eduardo Arroyo, el Equipo Crónica, Juan Barjola y Guillermo Pérez Villalta.

Pero el recorrido que se sugiere no sigue el estricto orden histórico. Los retratos han sido ordenados en cinco grandes bloques. Tras La imagen del poder, que abre la exposición, se presentan las piezas agrupadas en El ciudadano, una muestra de la demanda de la burguesía que reclamaba a través de la pintura un papel social. A esta serie se sumarán en breve los dos retratos de Goya propiedad del museo -el de Martín Zapater y el del poeta Leandro Fernández de Moratín- cedidos para una exposición en Italia.

La condesa

La muestra dedica sendas secciones a los retratos femeninos, con obras tan reconocibles como el retrato de la condesa Mathieu de Noailles, pintado por Ignacio Zuloaga en 1913, y de niños, para acabar con los que tienen al artista como modelo, un ejercicio de autorrepresentación que se generalizó a partir del Romanticismo.

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Dama ante el espejo ha llegado al museo procedente de una subasta realizada en Madrid, en la que el Ministerio de Cultura ejerció el derecho de tanteo a favor de la pinacoteca bilbaína. Se trata de una obra pintada en 1885, época en que Regoyos se relacionaba con la vanguardia europea. "El cuadro está pintado en Londres, al estilo de Whistler", recordó Zugaza. El museo carecía de obras de Regoyos representativas de este período. La pinacoteca compró el autorretrato de Iturrino el año pasado directamente a los herederos del artista. Ofelia llegó a los fondos del Bellas Artes desde una colección privada de Bilbao. Su anterior propietario compró la obra en el mercado inglés.

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