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El juez, pendiente de la 'prueba de la parafina' para saber quién disparó a la mujer de Vallecas

F. Javier Barroso

El juez que instruye el caso por la muerte de la vecina de Puente de Vallecas María del Carmen Pérez Marqués, de 30 años, está pendiente de la denominada prueba de la parafina para determinar la autoría del disparo que acabó con la vida de la mujer. Según fuentes policiales, hoy se conocerán previsiblemente los resultados de esta prueba, que permitirá saber si la víctima se suicidó, como sostiene su novio, el policía Ángel de A. F., de 32 años, o si fue él quien apretó el gatillo, como sospechan los familiares de la víctima. Éstos exigen "una investigación exhaustiva" del caso.

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María del Carmen Pérez Marqués murió el viernes por la tarde de un disparo en la cabeza. El cadáver se encontraba en su dormitorio, en el primer piso del portal 114 de la calle de Ramón Pérez de Ayala, en el distrito de Puente de Vallecas. La versión facilitada por la Jefatura Superior de Policía recoge que el agente se encontró a su novia ya muerta en la habitación cuando regresó a su domicilio. Se había disparado, supuestamente, con el arma reglamentaria del policía. Fue el propio Ángel de A. F. quien le dijo al padre de María del Carmen, en una conversación telefónica, que "su hija se había disparado" en la cabeza y que había muerto.La denominada prueba de la parafina revela si una persona ha disparado un arma. Se basa en que siempre quedan restos de pólvora y antimonio en la mano cuando se percute una bala. Años atrás, esta prueba se efectuaba recogiendo muestras de la mano mediante parafina. Hoy se usa un método más moderno, que permite recoger estos elementos y someterlos después a análisis mediante un aparato que los somete a contraste. Esta prueba se le ha practicado tanto a las manos de la fallecida María del Carmen como a su novio. Éste se encuentra en libertad y está citado para comparecer hoy, lunes, en el juzgado de Madrid que instruye directamente el caso.

"Celoso crónico"

El policía no acudió ayer ni al velatorio ni al entierro de su novia, con la que llevaba saliendo desde la Nochevieja de 1998, según explicaron los familiares de la víctima. El agente está destinado en la Comisaría General de Información, por lo que pasaba largas temporadas en el País Vasco. Según fuentes policiales, Ángel de A. F. es un agente que nunca ha dado problemas y que en su hoja de servicio no tiene registrado incidente alguno.

La familia de María del Carmen lo calificó, sin embargo, como "un celoso crónico, una persona obsesiva y agresiva", cuya vida "está rodeada de misterio".

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Los familiares de la mujer sostienen una versión opuesta a la de Ángel de A. F. Aseguran que el policía fue a recoger a su novia al colegio donde trabajaba, el Siglo XXI de Moratalaz, donde suplía a su hermana África, de baja por parto. Era la encargada de la secretaría. Tras recoger a María del Carmen, ella y Ángel se trasladaron a su domicilio, en Puente de Vallecas, y estuvieron juntos durante toda la tarde. Los padres de la víctima llamaron en repetidas ocasiones a la pareja, tanto a su teléfono móvil como al fijo de su domicilio. El policía sólo contestó una vez y dijo a la madre de su novia que no podía atenderla "porque tenía un problema".

La madre siguió insistiendo y también telefoneó al móvil. Al cabo de unos 20 minutos, Ángel de A. F. cogió el teléfono y le volvió a atender una nueva llamada, y le espetó que había discutido y que había matado a su hija de un tiro, según asegura un portavoz de la familia. Ésta reclamó ayer que se investigue "hasta el final" el caso, porque existen muchas lagunas en la forma de actuar del agente. Afirmaron que el policía estuvo cerca de tres horas a solas con el cadáver (llegaron a las cuatro de la tarde a casa y no notificó la muerte hasta cerca de las siete).

"¿Qué hizo en ese tiempo? ¿Destruyó pruebas? Si mi hermana se suicidó con su arma reglamentaria, ¿por qué dejó su pistola en casa?", se preguntó ayer la hermana de la fallecida, África.

La familia también criticó "el secretismo" con que está actuando la policía y el juzgado encargado de la instrucción, ya que afirma que no le han facilitado datos sobre la investigación y la instrucción del caso. También desconocen los resultados de la autopsia que fue practicada el sábado en el Instituto Anatómico Forense. "No entiendo cómo, con estos antecedentes, la policía ha cerrado tan pronto el asunto", explicó la hermana; "la pregunta que surge es si esta situación sería la misma si el culpable no fuera un policía. Queremos respuestas a estas preguntas".

Mientras, el número 114 de la calle de Ramón Pérez de Ayala amaneció ayer con una pintada de color azul, superpuesta encima de otra similar que había sido borrada: "Poli de mierda, asesino". Ambas pintadas se hallan en la pared situada justo debajo del piso que ocupaba la pareja, informa Ángel Zafra.

Ana María Pérez del Campo, presidenta de la Asociación de Mujeres Separadas y Divorciadas, ha anunciado que se personará, junto con la Organización de Mujeres Juristas Themis, como acción popular en el caso. "Nos indigna que este hombre continúe libre", declaró Pérez del Campo, "cuando parece más que demostrado que estuvo durante cerca de tres horas con el cadáver de su novia y pudo cambiar todo lo que quiso".

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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