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Monti ordena un nuevo registro en Coca-Cola para comprobar supuestas restricciones a la competencia

Los funcionarios antimonopolio de la Comisión Europea se presentaron ayer, por sorpresa, en las oficinas de Coca-Cola en Londres y en su filial en Bélgica, para recoger información sobre las prácticas comerciales de la compañía estadounidense. Bruselas tiene la sospecha de que Coca-Cola está desarrollando prácticas anticompetencia en el mercado europeo mediante incentivos para la compra de sus productos en perjuicio de otras empresas y con premios para los clientes que venden su marca en exclusiva. Este registro se suma al ordenado en julio pasado.

El registro del pasado mes de julio fue efectuado por los servicios de la Competencia contra las embotelladoras y distribuidoras de Coca-Cola en Alemania, Austria y Dinamarca.El comisario europeo de la Competencia, Mario Monti, hizo el anuncio ayer en Bruselas durante la celebración del Consejo de Ministros de Industria. "Nuestros funcionarios visitaron las sedes de Coca-Cola en Londres y su filial en Bélgica para investigar si la compañía ha infringido las reglas de la competencia", explicó. La Comisión Europea explica que las investigaciones "han sido desencadenadas por quejas" presentadas en Bruselas.

Los funcionarios de la Dirección General de la Competencia de la Comisión se presentaron ayer, por sorpresa, en las oficinas de las embotelladoras de la compañía en Londres y Bélgica. Buscaron pruebas que justifiquen las sospechas de Bruselas de un presunto abuso de su posición dominante en el mercado, a través de prácticas comerciales para aumentar sus ventas y reducir el número de competidores.

La Comisión Europea no quiere dar datos concretos sobre el número de inspectores que intervinieron en la operación, ni la cantidad de documentos que recogieron, ni el tipo de ellos. El objetivo era recabar todo el material necesario para confirmar las denuncias presentadas contra Coca-Cola por estar violando los artículos 81 y 82 del Tratado de la UE, con medidas ilícitas muy concretas como las rebajas en los precios y elementos de exclusividad.

Los países investigados ahora son distintos, aunque, como aseguraron fuentes comunitarias, "las prácticas son las mismas que en los casos alemán, austriaco y danés". Según estas sospechas, Coca-Cola habría ofrecido incentivos económicos a sus clientes por incrementos en el volumen de ventas y por vender la gama completa de productos de la compañía. A lo que hay que añadir, además, que la Comisión Europea tiene la sospecha de que Coca-Cola premia a sus clientes si ofrecen en exclusiva sus productos.

Estas medidas comerciales, como explica la Comisión Europea, no son por sí mismas contrarias a la normativa comunitaria, aunque por el tamaño de la compañía y su presencia en el mercado "pueden llegar a expulsar a los competidores del mercado forzando a sus clientes a comprar menos productos de otras marcas". Si se confirman estas sospechas y Coca-Cono pone fin a estas prácticas, Bruselas podría llegar a imponer multas por un valor del 10% de las ventas.

La Comisión Europea no tiene una fecha prevista para el fin de la investigación y no descarta que se puedan realizar nuevos registros en otros países. El análisis de los datos y material recabado "se prolongarán dependiendo de la complejidad de cada caso y de si las sospechas de la Comisión de que se está violando las reglas de la Competencia están justificadas", como explicó Mario Monti.

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