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Zaplana defiende la gestión sanitaria del Consell pero elude cualquier mención a Cervera

La remodelación pendiente del Consell y la difícil situación del responsable de Sanidad, José Emilio Cervera, planearon ayer sobre el hemiciclo de las Cortes durante la breve intervención de Eduardo Zaplana en la sesión de control parlamentario. Antonio Moreno, portavoz socialista, planteó un cúmulo de errores asistenciales recientes en el área de Sanidad y pidió al presidente la destitución inmediata de José Emilio Cervera. Zaplana se negó a "ofrecer la dimisión del consejero" y defendió la gestión sanitaria del Consell desde 1995, pero tuvo buen cuidado de eludir cualquier mención al nombre de Cervera.

El portavoz socialista recordó a Zaplana desde la tribuna de las Cortes el "lamentable entorno" que rodea la Sanidad pública a partir de la reciente denuncia contra la clínica Mare Nostrum de Alicante - a la que Sanidad desvía un 50% de las intervenciones a pacientes de la zona- formulada por la familia de una niña que perdió un ojo tras una serie de intervenciones supuestamente rutinarias; la denegación de auxilio a un hombre que sufrió un infarto en plena calle a escasos metros del Hospital General de Alicante; las partidas de vacunas contra la Hepatitis B caducadas; o los problemas surgidos a partir de la distribución de la nueva tarjeta sanitaria. Dadas las circunstancias, Moreno preguntó por las iniciativas que piensa adoptar el presidente para "mejorar la calidad y la confianza de los ciudadanos en los servicios sanitarios públicos".Zaplana acusó a Moreno de "elevar a categoría aspectos puntuales", afirmó que "la iniciativa" la asumió en junio de 1995 y remitió al éxito electoral obtenido por el PP en junio de 1999 para subrayar el "aval de los ciudadanos" a su gestión.

Moreno puso en duda la eficacia en la reducción de las listas de espera, destacó el incontenible aumento de los gastos de Farmacia, el reciente recorte de un 25% del presupuesto de inversiones de Sanidad para 2000 y apuntó que el único interés del Consell es desviar pacientes a clínicas privadas.

Sólo después sacó a relucir la "lamentable situación" del consejero de Sanidad, sobre el que pesan "graves sospechas de irregularidades políticas y económicas", que se han concretado en una denuncia ante el juez formulada por Esquerra Unida. Moreno, que invocó la más estricta cortesía, pidó a Zaplana la destitución de Cervera "porque es lo mejor para él, para la sanidad y para el sistema democrático en la Comunidad Valenciana". Y se permitió recomendar al presidente que no reprodujera el "error que cometió con Luis Fernando Cartagena", consejero de Obras Públicas hasta marzo de 1998, cuando dimitió por su vinculación con el caso de las cesiones de crédito del Banco de Santander. "No se embarque en el mismo destino de su consejero", dijo Moreno.

Zaplana bromeó sobre la supuesta prudencia de Moreno y se limitó a replicar: "No le voy a ofrecer la dimisión". Para replicar con una batería de porcentajes y estadísticas entre las que incluyó el alto grado de satisfacción que muestran los ciudadanos hacia el servicio sanitario y el descenso en un tercio de las quejas. Como remate, Zaplana acusó a Moreno de recurrir a "la soflama" debido a su ausencia de programa.

Pero en su intervención, el presidente aludió siempre al conjunto de la gestión desarrollada por el PP desde su llegada a la Generalitat sin descender en ningún momento al detalle particular y en ningún caso mencionó el nombre de Cervera, que permanecía sentado en el banco azul, o el de su predecesor, Joaquín Farnós.

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Zaplana, que ha reiterado que mañana anunciará el relevo de Carmen Mas al frente de la Consejería de Bienestar Social, evitó a los periodistas en los pasillos de las Cortes.

Joan Ribó, portavoz de Esquerra Unida, incidió en el área de Educación y pidió explicaciones sobre la drástica reducción de plazas en los centros públicos para el ciclo de enseñanza secundaria posterior a los cursos obligatorios. Ribó afirmó que el Consell sólo tiene previsto ofrecer plazas públicas para 200 grupos del primer curso de bachillerato en los institutos de Valencia, Torrent, Burjassot, Godella, Mislata, Paterna y Castellón, cuando la demanda real se eleva a 283, de modo que unos 2.900 alumnos quedarán en la calle, sólo en esas siete ciudades.

De acuerdo con el guión habitual, Zaplana replicó que no se ha producido ninguna reducción de plazas y comentó rotundo: "Dice usted una falsedad absoluta".

Ribó apuntó que los "obstáculos" para acceder a plazas públicas contrastan con "el camino de rosas" que supone el acceso a la enseñanza privada concertada y negó que el Consell garantice la libertad de elección. Destacó el retraso en la ejecución de los centros públicos previstos en el mapa escolar y calificó de "muy deficiente" la gestión del Consell.

"De libertad de elección de centros su señoría no me va a dar clases", contestó Zaplana, quien afirmó que hay previstas 39.000 plazas públicas para una demanda potencial que no debería superar los 37.000 alumnos y negó la reducción de plazas "a pesar del descenso de la población".

Alejandro Font de Mora, portavoz del PP, quiso conocer de primera mano los últimos indicadores económicos que registra la Comunidad Valenciana, supuestamente preocupado por la "indeseable influencia" que pudiera tener "el catastrofismo" de la oposición al respecto. Zaplana apuntó un crecimiento del 4,5% durante 1999 y cerró el círculo cuando afirmó: "El análisis no puede ser otro, la situación es excelente".

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