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El Gobierno gastará 8.300 millones en neutralizar el lindane, más del doble de lo previsto en 1997

Las soluciones ideadas por el Gobierno vasco para neutralizar el problema del lindane, el pesticida tóxico que ha contaminado medio millón de metros cúbicos de tierras, van a costar cerca de 8.300 millones de pesetas, según los últimos cálculos. Esta cantidad duplica ampliamente el presupuesto previsto hace sólo cuatro años, cuando se estimó una cifra de 3.500 millones. La construcción de depósitos de seguridad donde se entierran los suelos contaminados ha sido el principal remedio, aunque no es el definitivo, puesto que conserva los residuos del pesticida.

Un total de 82.000 toneladas de residuos de lindane esparcidas en 35 focos -casi todos en el área metropolitana de Bilbao- y medio millón de metros cúbicos de tierras contaminadas han sido el lastre dejado por la producción de este pesticida tóxico, que se fabricó en Euskadi por dos empresas desde 1947 a 1986. La alarma tardó en dispararse casi cuarenta años: se tuvo que esperar a 1986 para que el Gobierno vasco prohibiera la salida y vertidos de residuos de Bilbao Chemicals, una de las dos empresas. Pero esta fábrica continuó trabajando un año más, almacenando los residuos en las propias instalaciones y, cuando carecieron de espacio material, abandonaron la planta con cerca de 5.000 toneladas de residuos de lindane puro (HCH en su denominación química) en su interior.La década de los 90 sirvió para elegir las soluciones: una planta de tratamiento para los materiales en estado puro y para el resto, los depósitos de seguridad, amplios nichos habilitados en el terreno donde van los materiales tóxicos aislados del exterior con varias capas de tierra vegetal y un sistema de drenaje. De los 35 focos inventariados, ocho están ahora enterrados. Primero se actuó con cuatro de escaso volumen -en Abanto, Erandio, Leioa y Lemoa-, donde se habilitaron celdas individuales. En 1998 se concluyó el depósito del aeropuerto de Sondika, que ha recogido 113.118 metros cúbicos de tierras contaminadas de cuatro vertederos desperdigados en el área del aeródromo.

Ahora se trabaja en la construcción de la celda de seguridad más importante, ubicada en el antiguo vertedero del monte Argalario, en Barakaldo, que albergará cerca de 300.000 metros cúbicos de suelos contaminados procedentes de 13 focos ubicados en siete municipios.

14 pequeños focos

Quedarán entonces 14 pequeños focos con lindane (ubicados en Vitoria, Mondragón, Lezama, Mungia, Bilbao, Barakaldo, Santurtzi, Muskiz, Abanto, Sondika y Laukiz), en los que no se actuará debido a su escaso volumen y mínimo riesgo, según señala Ihobe, la sociedad ambiental del Gobierno que gestiona el problema del lindane. "No hay forma de hacer nada porque están bajo tierra y los estudios y catalogaciones realizados han concluido que es mejor dejarlo así. El riesgo de moverlo es mayor que el de quitarlo", afirman.

Los costes se los llevan las tres principales infraestructuras: la planta de tratamiento que trabaja desde el pasado año en la eliminación de las 5.000 toneladas de lindane puro en Barakaldo y los depósitos del aeropuerto y el Argalario. El presupuesto supera los 8.300 millones de pesetas: 5.600 la celda del Argalario, 1.400 la planta de tratamiento, 1.193 el finalizado depósito de Loiu y 150 millones para investigación y desarrollo. A esto que añadir los 70 millones que el Gobierno abonó en 1995 por las instalaciones repletas de lindane puro de Bilbao Chemicals, donde se ha ubicado la planta de tratamiento. El pago a sus dueños, que no han abonada nada por los daños causados, fue justificado por Medio Ambiente porque era la manera "más barata" de solucionar el problema.

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Los 8.300 millones suponen 2,5 veces más de lo previsto hace sólo cuatro años. Entonces, en una comparecencia ante el Parlamento, el consejero de Medio Ambiente, Patxi Ormazabal, fijó el coste total en 3.487 millones: 720 para la planta de tratamiento, 830 para la celda del aeropuerto y 1.295 para la del Argalario; 271 en investigación y desarrollo y 371 millones en medidas de control.

"El desajuste se debe primero a la partida de 1.400 millones para la adecuación del vertedero del Argalario donde va a la celda se seguridad y el resto, por las mejoras introducidas en los estudios de impacto ambiental. Aquella cifra de 3.500 millones era orientativa", señalan en Ihobe.

El Gobierno vasco confía en que gran parte de los 8.300 millones previstos sean financiados por la Unión Europea. De momento ha recibido 2.529 millones por la planta de tratamiento y la celda de Barakaldo, y al finalizar ambas obras la ayuda superará los 5.000 millones. Otros 650 millones han procedido de las empresas alemanas Merck y Boehringer, dueñas de Nexana, la otra fábrica del pesticida en Euskadi, que sí pagaron, a diferencia de Bilbao Chemicals, una compensación y el Ejecutivo ha pedido una ampliación de otros 2.000 millones de ayuda a la UE.

El resto, casi 1.000 millones, corresponden a la celda del aeropuerto -por la que, a diferencia de la de Barakaldo, el Gobierno vasco no pidió ayudas europeas- que serán asumidos por el Ejecutivo. En 1997, el consejero Ormazabal expuso al Parlamento que esperaba lograr 771 millones de los propietarios de los terrenos afectados por el lindane, pero Ihobe asegura ahora que la inversión no financiada por Europa y los alemanes la aportará el Gobierno.

Ecologistas critican la elevada inversión

La actuación del Departamento de Medio Ambiente en este problema ambiental ha estado envuelta por la polémica. Colectivos ecologistas y vecinales y algunos partidos políticos han censurado la forma en la que se ha abordado las soluciones. Tanto las dos depósitos de seguridad principales como la planta de tratamiento son investigadas por la Comisión Europea tras las quejas planteadas por la plataforma ecologista Lur Maitea. La más censurada es la instalación del aeropuerto, que se ejecutó sin un estudio de impacto ambiental -que sí tiene la celda de Barakaldo- y sobre la que un informe judicial del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil , elaborado entre junio y diciembre pasados, asegura que existe un riesgo de "accidente o catástrofe" y que la ubicación elegida, al final de la pista principal, responde a "criterios de economía" y no de seguridad.El alto coste es también motivo de queja. Lur Maitea se refiere a un estudio de Ihobe de 1992 sobre las 5.000 toneladas de lindane puro almacenadas en la que, entre las soluciones, se apuntaba la incineración en plantas de Francia y Reino Unido, con un coste de 1.800 millones, ante lo que entonces se aseguraba que "es evidente que esta solución resulta inviable económicamente". "La planta de tratamiento va a costar 400 menos, 1.400 millones", recuerda. Además, alude al coste de un depósito construido en Sabiñánigo, donde también se produjo lindane sin control, "que alberga más de 100.000 metros cúbicos de tierras con lindane y ha supuesto una inversión de 450 millones. Aquí, la del aeropuerto, ha costado más de 1.100".

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