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MODISTAS DE FERIA

Las tendencias de los volantes

Margot Molina

"Las modas de los trajes de flamenca las dictamos las modistas, lo que hacen los diseñadores famosos no tiene nada que ver con lo que se pone la gente". Rosario Rivera habla con conocimiento de causa. Tiene 49 años y lleva cosiendo desde los 13. De su taller en Carrión de los Céspedes (Sevilla) han salido en los últimos dos meses 700 trajes de volantes.Siete costureras se afanan, desde febrero hasta mayo, para cumplir con los cientos de encargos que se hacen para la Feria de Abril y la romería de El Rocío. "Mis clientes me dicen: quiero un traje rojo o estampado y hazlo como tu quieras. Cuando me acuesto me imagino el traje, a la mañana siguiente lo primero que hago es cortarlo", explica Rosario Rivera.

Sin embargo, a pesar de que lo que se lleva en la mayoría de las ferias andaluzas es el resultado de un momento de inspiración, hay líneas generales. Talles ajustados y bajos, mangas a la sisa y volantes pequeños son las bases de los nuevos diseños.

"Este es el año de los estampados. La temporada pasada, las telas estampadas se usaron para los mantones, pero el traje era liso. Los tejidos para las batas rocieras y los trajes tienen mucha caída. Usamos sobre todo crespón, popelín", explica la modista que comenzó haciendo vestidos para sus hijas.

Además de las clientas andaluzas, que son mayoría, por casa de Rosario Rivera pasan cada año señoras de Madrid, Cuenca, Ávila o Zamora. "La verdad es que me los encargan para ponérselos en sus fiestas, pero para ellas debe ser como un disfraz". Además de los lunares y el rojo, un color que se sigue usando feria tras feria, las clientas del taller de Carrión de los Céspedes se vuelven locas por el aznar, un celestón con matices grises que ha causado sensación y que las modistas han bautizado con el apellido del presidente del Gobierno porque se parece al color de los logotipos del Partido Popular. Los vestidos que salen del taller de Rosario Rivera cuestan entre 28.000 y 38.000 pesetas, dependiendo del tipo de tela.

"Yo disfruto cosiendo trajes de flamenca, es lo que me gusta. Hacer otras cosas me aburre porque lo que quiero es crear", asegura la modista. La estrella de esta temporada es el traje campero. Un vestido realizado con la tela a rayas del traje corto de caballero, entallado, sin mangas y rematado con dos volantes. Además de los vestidos que las siete modistas confeccionan por encargo, también se encargan de coser los modelos de la firma Río Ajolí, una empresa con tiendas en Huelva y Sevilla. Talleres de costura como el de Carrión de los Céspedes abundan también en otros pueblos, especialmente en Villamanrique o Sanlúcar la Mayor. "Aquí no sólo trabajamos, sino que somos un grupo de amigas que nos lo pasamos bien. A mí me gustan tanto los trajes que cuando voy al Rocío me llevo sólo un pijama y un traje de flamenca para cada día, no me hace falta nada más", añade la modista.

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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