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Entrevista:LUIS PANIAGUAMÚSICO

"Con el ruido de una taladradora es difícil relajarse"

Su madre le trajo al mundo en un Opel Capitán, justo cuando el vehículo llegaba a las puertas del hospital San Luis de los Franceses, ubicado entonces (marzo de 1957) en la madrileña calle de Claudio Coello. Luis Paniagua cerraba así la cuenta de nueve hermanos, nacidos todos en la mesa del comedor de la casa que la familia tenía en la calle de Ibiza. Pero, aunque él naciera en esas circunstancias, no le hizo ser muy diferente al resto de sus hermanos. Su padre, médico, era un entusiasta de la música clásica y los Paniagua crecieron disfrutando de ello. Luis se unió a sus hermanos Eduardo, Gregorio y Carlos en el aprendizaje de instrumentos con los que interpretar músicas de todo el mundo. El sitar, el arpa o la pipa (laúd chino) le sirvieron a Luis para crear música oriental y occidental y formar parte en los años setenta de Atrium Musicae, un grupo de música antigua europea dirigido por su hermano Gregorio. Luego vinieron sus composiciones para danza y teatro y su devoción por la música griega antigua, lo que le hizo descubrir la lira mediterránea, un instrumento desaparecido. A partir de viejos manuscritos, se ha construido una con el caparazón de una tortuga y una cornamenta y con ella ha grabado Nanas de Sol, el disco que presenta hoy en la sala Mandala.Pregunta. En plena era digital, ¿cómo se le ocurre hacer música con un instrumento desaparecido?

Respuesta. Siempre me han gustado los instrumentos raros. Tocaba el sitar cuando en España era imposible encontrar discos de sitar. Y en Atrium Musicae descubrí mi vocación por la música antigua de muchas partes del mundo. Me interesaba esa lira que narraban los relatos mitológicos y me construí una.

P. ¿Están de moda las músicas de raíz, el folclore?

R. En parte, sí. Lo celta, lo africano, el son... desde muchas ópticas se vuelve a interpretar música de una manera más sencilla. Puede que sea una respuesta a lo rápido que avanza el mundo en materia tecnológica.

P. ¿Desdeña los ordenadores?

R. En absoluto. Yo he grabado también con bajos y guitarras eléctricas y sintetizadores. De cualquier ruido, de una lata, un papel o un plástico arrugado se pueden sacar sonidos que luego pueden servir para hacer música.

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P. ¿Con el ruido de una ciudad como Madrid también?

R. Pues claro, pero sería para una música distinta a la que yo hago. Con el ruido de una taladradora de obra o de los coches es difícil relajarse.

P. La suya, entonces, ¿es para relajarse?

R. Sí, aunque la he titulado Nanas de Sol porque son contrarias a las de dormir, que serían de Luna. Mi disco sirve para el despertar interior.

Luis Paniagua actúa hoy en la sala Mandala (La Cabeza, 15; metro Tirso de Molina). A las 20.15. 1.300 pesetas.

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