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Entrevista:

Pedro Pacheco, candidato del PA: "Si subo en votos, me tienen que dar la Medalla de Andalucía"

"Los andalucistas estamos en condiciones de aguantar cuatro años de buena oposición.No sería un drama"

"Estoy viendo extraños viajes de miembros de la Ejecutiva del PA que no tienen otra explicación que la preparación del congreso"

"Aprovecharse de que duermo tres horas, y me parto la cara ante los medios, para sacar ventaja interna en el partido, me parece tremendo"

Pregunta. El PA siempre dice que el pacto con los socialistas ha sido bueno por la gobernabilidad de Andalucía. ¿Y rentable electoralmente?

Respuesta. El Gobierno de coalición ha funcionado. Me entran dudas respecto a que la opinión pública valore en lo que debe la aportación andalucista.

P. A principios de la legislatura, usted advirtió de que con el pacto podían ocurrir dos cosas: que el PSOE se comiera al PA o que éste sacara ventaja. ¿Qué cree que ha pasado?

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R. El abrazo del oso del PSOE no se ha producido, pero la gran maquinaria socialista de propaganda puede haber conseguido trasladar que ha sido un gobierno en exclusiva socialista.

P. ¿Le está resultando difícil explicar que el mensaje del PA es distinto al del PSOE?

R. En la precampaña me ha costado mucho trabajo porque no es fácil construir un discurso independiente de... o contrario a... cuando hay un Gobierno de coalición. Pero a medida que avanza la campaña sí le hemos hecho ver a la gente que en el Gobierno participamos en la filosofía política, pero discrepamos en la eficacia.

P. ¿Qué pasa si el PSOE saca mayoría absoluta?

R. Se daría un paso atrás, porque se ha demostrado que el PSOE no puede con Andalucía. Va a necesitar un cómplice. Y lo está buscando desesperadamente.

P. El cómplice es el PA, claro.

R. Hay dos: IU y PA.

P. ¿Y que será del PA si no es elegido cómplice?

R. El PA está en condiciones de aguantar cuatro años de buena oposición, hay que estar a las duras y las maduras. El problema es humano: qué hacemos con los colocados. Bueno ya habría una política de solidaridad para encontrarle un puesto a estos chicos y chicas que se han visto agraciados en estos años con la designación a dedo. No sería un drama.

P. Dígame las tres cosas más importantes que ha hecho el PA en el Gobierno de coalición.

R. La cultura antisocialista del PA se ha diluido un poco; el Gobierno de coalición en sí, y por fin, que hemos demostrado que podemos administrar.

P. ¿Y las que han hecho mal?

R. No insistir a la otra parte, al PSOE, de nuestra importancia. Los socialistas se han sentido demasiado cómodos, incluso más que cuando tenían mayoría absoluta. Nosotros, por inexperiencia o ingenuidad, no hemos presionado lo suficiente. Desde luego yo me habría desmarcado en actuaciones concretas con más contundencia. No poniendo el pacto en crisis, pero decir que no. Por ejemplo, en el tema del vertido tóxico de Aznalcóllar o en la estrategia del conflicto con el Gobierno central, que no ha sido entre instituciones sino entre partidos.

P. Antonio Ortega quiso mediar con el Gobierno del PP.

R. Pero fracasó. Fue una estrategia muy débil, no sirvió para nada. Un error garrafal.

P. El PP no se lo puso fácil.

R. Un Gobierno de coalición no quiere decir que teníamos que hacer el juego al PSOE. Si somos nacionalistas, está bien que apoyáramos el recurso al Constitucional de los Presupuestos del Estado, pero nos faltó contundencia después porque estaba claro que el PSOE iba desviar el conflicto institucional a una pelea de partido. Vimos cómo tomaron a Andalucía como suya. Los intereses de la comunidad son los perjudicados. Yo me habría opuesto en el Consejo de Gobierno.

P. De hecho, usted se opuso, pero sus compañeros dijeron que esa postura eran "las cosas de Pacheco".

R. Eso es un latiguillo que no se sostiene. Si usted sondea a la opinión pública crítica, la más formada, igual están más de acuerdo con mi tesis que con las de los del Ejecutivo, quienes, faltos de argumentos dicen eso para intoxicar. Mi papel de portavoz parlamentario se ha cumplido a rajatabla, fiel al guión: trasladar que el Gobierno de coalición lo forman partidos diferentes que han pactado cinco o seis actuaciones para que Andalucía avanzara.

P. ¿Apostó por romper el acuerdo con el PSOE para llegar a las elecciones con las manos más libres?

R. Yo planteé que, una vez asegurados los presupuestos de 2000, y vista la deslealtad de Chaves a los socios andalucistas al convocar elecciones conjuntas, qué hacíamos ya allí. Había otra tesis, cuyo argumento no entiendo, como no sea el querer seguir en los cargos, en las consejerías porque no tienen las criaturas otra cosa, ¿no? Era una postura muy humana, pero políticamente no se sostenía. De hecho, yo he consultado a muchos expertos y me dan la razón. Claro, que yo llevo 21 años en coche oficial, y me parecía un poco de mal gusto que el que lleva dos años y pico tuviera que dejarlo. Fui implacable y defendí los intereses del PA.

P. ¿Cree que las urnas le darán la razón?

R. Mire usted, si yo, a pesar de todo lo que ha pasado, incremento los votos e, incluso, algún diputado, me tienen que dar la Medalla de Oro de Andalucía el año que viene. Es un caso único en la historia de la política española.

P. ¿Se refiere al escaso entusiasmo del aparato de su partido respecto a su candidatura?

R. No, mucho antes.

P. ¿Se ha sentido solo?

R. No. El que haya ciertos miembros en ese enorme aparato del partido que están en desacuerdo conmigo y que, además, no lo disimulan (grave error), pues a mí me importa un bledo. Lo que pasa es que les pido prudencia y que no enturbien la campaña. Por eso, en esta campaña, si a pesar de... obtengo los resultados que he mencionado, me voy a autoproponer para la Medalla de Oro de Andalucía, ja, ja, ja.

P. ¿Qué es lo que siente cuando lee que un compañero ha dicho que no va a apoyar a Pacheco y le pronostica un batacazo, como ha hecho Patricio González?

R. Eso se toma a broma. Porque miro quien lo dice y quien se lo sopla, me sonrío y digo: pelillos a la mar. Hay que estar bastante desequilibrado para decir estas cosas en plena campaña. Habrá que tomar buena cuenta cuando termine, pero ahora no.

P. ¿Cree que el congreso del PA de octubre está siendo el verdadero protagonista?

R. Estoy viendo extraños viajes de miembros de la Ejecutiva, que no aportan nada a la campaña, y que no tienen otra explicación que la preparación del congreso. En la campaña, lo que hay que transmitir es qué es el PA, qué nacionalismo propone, qué modelo de Estado, qué política seria de bienestar plantea. Y todos a una con un discurso serio. ¡Pero aprovecharse de que yo estoy durmiendo tres horas y partiéndome la cara ante los medios de comunicación y los partidos contrarios...! Ver a miembros de la Ejecutiva que lo que intentan es sacar ventaja en el partido y en el congreso, me parece tremendo.

P. ¿A dónde va el PA?

R. La construcción de Andalucía no está consolidada. Las competencias son insuficientes. El PA no es hegemónico. Tenemos que clarificar qué clase de partido nacionalista somos, qué se entiende por nacionalismo en el siglo XXI. El PA, si quiere que Andalucía sea fuerte, tiene que avanzar en un discurso más serio. Tiene enfrente a un partido estatal que se ha apoderado de Andalucía, pero no es invencible.

P. Si hay un sentimiento andaluz generalizado, ¿por qué no vende más el PA?

R. El PSOE, con tantos líderes en Andalucía, fue identificado como PSOE de Andalucía, y eso es muy difícil de desmantelar.

P. Pero el PA ha llegado a tener 10 diputados y se enredó en una crisis interna. Ahora están en otra. ¿Tiende el PA hacia la autodestrucción?

R. Espero que no lleguemos ahora a la destrucción. Lo que ocurrió hace unos años era por falta de madurez y eso está ya superado. Es obvio que quedan alguno tics de esa inmadurez. En el PP, por ejemplo, tienen que estar viviendo un drama con el desplazamiento de Arenas o la irrupción de Teófila, pero todos fingen trabajar. Imagino que en el PSOE e IU también hay problemas con el anuncio de Almunia del pacto sin avisar, y sin embargo, están todos a una. Nosotros deberíamos aprender a disimular las cosas.

P. ¿Cuándo dicen que han conseguido teñir el Gobierno de coalición de andalucismo, lo creen o es sólo un discurso teórico?

R. Hemos obligado, al estar en el Gobierno, a que todo el mundo utilice tácticamente el andalucismo, que es una cantera de votos.

P. Dice que el PP y PSOE no tienen voluntad por Andalucía.

R. En las políticas de paro, a la Junta le ha faltado eficacia, porque no han creado una Consejería de Empleo, como han hecho el PSOE en Asturias y el PP en Valencia.

P. Dice que Andalucía no está vertebrada.

R. Es necesario un proyecto de vertebración como la comarca, pero el PSOE se niega porque eso significa desmantelar sus aparatos provinciales. Es tal lo que mandan las provincias en el PSOE, que el Gobierno tiene que estar compuesto por un consejero de cada provincia, ja, ja, ja. Si hay tres consejeras buenas en Málaga, ¿no puede ser nada más que una? Decirle algo del PSOE sobre comarcas es como mentar la soga en casa del ahorcado.

P. El localismo pesa mucho en Andalucía.

R. Porque hay un Gobierno que no lo desmantela.

P. Ustedes son también un partido de alcaldes.

R. Si la Junta fuera más fuerte y presionara... Los ayuntamientos poderosos le han hecho frente y han debilitado a la Junta. Andalucía no será fuerte en España si no lo es antes interiormente. Y en los localismos se siente muy cómodo el PSOE, porque está preso de sus aparatos provinciales.

P. ¿Qué pasará con Andalucía cuando Europa cierre el grifo?

R. Yo no quiero ni mentarlo. Es una hipótesis en la que no está trabajando el Gobierno andaluz. El día en que los países del Este entren en la UE y empiecen a demandar fondos estructurales... Quedan seis años. Chaves está muy contento, pero la Andalucía que ve Chaves no es la mía.

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